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La pequeña

jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
La pequeña
La pequeña es Soraya Saenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, ministra de Presidencia, Portavoz del Gabinete, jefe del CNI, presidenta de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, ex portavoz parlamentaria del PP, mano derecha para casi todo del presidente del Gobierno, amiga de Angela Merkel y capaz de intervenir en la Conferencia económica del partido de gobierno alemán hablando en alemán y apenas 24 horas después de la muerte de su padre. Sus amigos, sus enemigos y los periodistas le llaman así, la pequeña, por cariño los primeros que son en su mayoría abogados del estado; por miedo los segundos que intentan contraponer sus 150 centímetros a su gran capacidad de trabajo y al enorme poder que atesora; y por una falsa e imposible camaradería los terceros que intentan un acercamiento siempre condicionado por las dos mujeres que la " vice todo" ha colocado como guardianes de su puerta: María González Picó y Edelmira Barrera. Dos sonrisas de seda que no dudan de aplicar el guante de hierro siempre que lo aconsejen las circunstancias.

Sin complejos y de igual forma que se presentó a Francisco Villar para trabajar codo con codo para mayor gloria de Mariano Rajoy, Soraya sustituyó en el Congreso a Rodrigo Rato cuando el ex vicepresidente económico se marchó al FMI. Cuatro años más tarde sustituyó a Eduardo Zaplana como portavoz parlamentario y comenzó a hacerle la vida muy difícil a la por entonces vicepresidenta de José Luis Rodríguez Zapatero, la dura y también poderosa María Teresa Fernández de la Vega. Pesos pesados que le permitieron el "rodaje político" necesario para ocupar la vicepresidencia cuando en 2011 el PP ganó por segunda vez por mayoría absoluta unas elecciones generales y Mariano Rajoy se puso al frente de una España inmersa en la mayor crisis económica, política y social de los últimos 50 años.

Fiel al presidente por encima de cualquier circunstancia a la " pequeña" le están colocando como la única sustituta posible si, finalmente, Rajoy tuviera que tirar la toalla por el caso Bárcenas, ya que ella ni está ni se la espera en ninguno de los cuadernos, anotaciones o pen drive del ex tesorero del Partido Popular. Una opción en la que le apoyaría el actual ministro de Justicia y una parte, sólo una parte del Gabinete ministerial, ya que se ha encargado desde que llegó al poder de ir colocando a sus compañeros de carrera, a los llamados "Sorayos" , todos abogados del estado, en puestos claves de la Administración del estado. Un segundo nivel del poder pero que le permite a la vicepresidenta tener una información precisa y al minuto de lo que acontece en cada Ministerio y organismo del estado. Todo ello por sí no fuera suficiente con el " control " que tiene del Centro Nacional de Inteligencia y sus buenas relaciones con su responsable, el teniente general Félix Sanz, un hombre acostumbrado a moverse como pez en el agua en los servicios de información desde los lejanos tiempos de la " Operación Galaxia".

Heterodoxa y sin relaciones " familiares" con la " oligarquía administrativa" de la capital, al igual que su marido Iván Rosa, es capaz de hacer frente cada viernes a la rueda de prensa del Consejo de Ministros y de intentar que Luis de Guindos y Cristobal Montoro no bajen la moral de los españoles con sus declaraciones enfrentadas. Y lo mismo que se casa por lo civil en el consulado español de Brasil, se " marca" una portada en el diario El Mundo en un posado en blanco y negro que ya quisieran para sí cualquier modelo o estrella de cine.

En apenas diez años se ha convertido en la mujer más poderosa de España. Es verdad que es un poder delegado, que depende de la voluntad del presidente del Gobierno, pero hoy es difícil pensar que Mariano Rajoy vaya a prescindir de la mujer que le resuelve más problemas y es capaz de representarle en el Club Bilderberg en 2012 , de la misma forma que lo había hecho un año antes, la única rival que tiene Soraya Sáenz de Santamaría en sus legítimas ambiciones políticas, la Secretaria general del PP y presidenta de Castilla la Mancha, Dolores de Cospedal, la otra " mano" de Rajoy, a la que ha dejado al mando de un partido que asiste tambaleante al espectáculo de un streptease de veinte años organizado por el gran tramoyista de los dineros que es Luis Bárcenas.

Es más que posible que Mariano Rajoy salga vivo pero herido de este desafío a muerte que le ha lanzado el ex tesorero y que todas las quinielas sucesorias se estrellen contra la realidad. Y es más que posible que si hay cambios en el Gobierno, que los habrá, estos no efectúen a la número dos del Gabinete, que podrá seguir acumulando experiencia, contactos y poder de cara a su propio futuro.