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Rubalcaba imita a Rajoy

jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
El nuevo secretario general del PSOE sigue los pasos del actual presidente del Gobierno cuando estaba en la oposición y ganó el Congreso del PP en Valencia
El 22 de junio de 2008, Mariano Rajoy era aclamado por los suyos tras ganar como único aspirante el Congreso del Partido Popular celebrado en Valencia. Su principal "rival" hasta ese momento era Esperanza Aguirre, si bien la presidenta madrileña no presentó batalla por el liderazgo ante la más que previsible derrota por más que algunos de los suyos le animara a ello como una forma de cuestionar al ya presidente del partido. Con el poder en sus manos y sin las ataduras de la herencia y del "dedo" de José María Aznar, el político gallego se preparó para liderar la oposición al gobierno de Rodríguez Zapatero acompañado de dos mujeres en los puestos claves del partido y del grupo parlamentario: Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, que rompían todos los esquemas conocidos en el centro derecha hasta ese momento. Cuatro años más tarde conquistaba La Moncloa con Cospedal al frente de la autonomía de Castilla la Mancha tras ganar por mayoría absoluta por primera vez en democracia; y Sáenz de Santamaría como única vicepresidenta de su Gabinete y con la responsabilidad del CNI en su esfera ejecutiva. Como si de un calco político se tratara, el 5 de febrero de 2012, Alfredo Pérez Rubalcaba era ovacionado por los suyos como nuevo secretario general del PSOE, tras vencer en dura pugna a Carma Chacón - que ésta sí presentó batalla hasta el final y más allá tal y como se presentan los distintos Congresos socialistas a nivel autonómico - y se prepara para una larga oposición de cuatro años acompañado de otras dos mujeres en puestos claves de su organización: Elena Valenciano como vicesecretaria general ( cargo en la que le antecedieron Alfonso Guerra y José Blanco ) y Soraya Rodríguez como portavoz parlamentaria. Los dos, Rajoy y Rubalcaba, están unidos además por su paso por el Ministerio del Interior, sus tensas relaciones con aquellos que les "colocaron" donde están, José María Aznar y José Luís Rodríguez Zapatero, las disputas internas en sus respectivas formaciones respecto a los liderazgos y la forma de ejercer la oposición y el poder; y un monstruo al que se han enfrentado, se enfrentan y van a seguir haciéndolo: la crisis económica que atenaza a España. Las vidas públicas y privadas de las cuatro mujeres que acompañan a sus respectivos líderes son también un ejemplo de independencia y ruptura dentro y fuera de sus partidos: Dolores de Cospedal nació en Madrid en 1965 al igual que Elena Valenciano cinco años antes. La primera decidió ser madre soltera y la segunda se divorció y ahora su marido y su hijo pequeño viven en Altea. Ambas han acompañado a Rajoy y a Rubalcaba en su ascenso al poder convirtiéndose en imprescindibles. Les separan esos años de edad, y la oposición a la abogacía del Estado de la primera frente al abandono de la Universidad de la segunda. La pasión por la política es similar y les viene de familia: el padre de Dolores se presentó al Congreso dentro de las listas del Partido Reformista en el año 1986 cuando lo lideraban Antonio Garrigues y Florentino Pérez, con Miguel Roca de aspirante a la presidencia del Gobierno; y el padre de Elena perteneció a la UCD de Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo, fue subsecretario de Sanidad con Sancho Rof como ministro y tuvo que hacer frente al escándalo del aceite de colza adulterado, con los durísimos ataques que le dirigieron desde las filas socialistas. Las dos Soraya están unidas por su nacimiento en Valladolid y su licenciatura en Derecho en la Universidad de esa ciudad con 23 y 24 años respectivamente, ocho más joven la dirigente popular, y ambas con idéntica pasión política deciden entrar en la política y en sus partidos antes de cumplir los 30 años. Habrá que seguir con mucha atención sus enfrentamientos en el Congreso y compararlos con los que vivieron Sáenz de Santamaría y María Teresa Fernández de la Vega cuando esta última era la mano derecha de Zapatero. Si volvemos a Rajoy y Rubalcaba veremos que el hoy presidente, cuando estaba en la oposición, tuvo que vivir permanentemente sometido al desgaste y a los ataques a su forma de hacer política desde dentro del PP; y el ya jefe de la nueva oposición sabe que le va a tocar vivir una experiencia muy similar, teniendo enfrente a algún que otro barón territorial que gane en su Congreso regional dentro de unas semanas, desde el madrileño Tomás Gómez al castellano manchego José María Barreda pasando por el zaragozano Juan Alberto Belloch; y por encima de todo al siempre díscolo, reivindicativo y "nacionalista" Partido Socialista de Cataluña, que no ha esperado ni un minuto para asegurar que espera la revancha de Carma Chacón cuando llegue la hora de elegir al candidato electoral, y que puede acentuar sus deseos de grupo parlamentario propio en ambas Cámaras.