La perla del tenis femenino español es madrileña y se llama Silvia García

Silvia Garcia se ha ganado el derecho a ser considerada como una de las mayores promesas del tenis femenino español, que hoy en día no pasa por sus mejores momentos tras la época dorada que protagonizaron Arancha Sánchez Vicario y Conchita Martínez. Tras un brillante años 2010, en el que con 16 años se proclamó campeona de Europa y de España cadete, llegó a la semifinales de la Orange Bowl, ganó su primer título en el circuito mundial junior y alcanzó su primera final profesional en el torneo ITF de Alcorcón, la tenista madrileña encara el 2011 con el difícil reto de colarse entre las 500 primeras del ranking.

Silvia es consciente de que a partir de ahora “viene lo más difícil” aunque esa presión de conseguir buenos resultados y no defraudar las expectativas que ha empezado a generar “no me asusta, al contrario, más bien me gusta. Lo veo como un reto a conseguir y que me puede ayudar a seguir mejorando”.

Admiradora de la polaca Wozniacki, la madrileña se define como una jugadora “consistente, que le pega duro a la pelota y que se encuentra a gusto en el fondo de la pista. Mi mejor golpe es el revés, aunque poco a poco voy mejorando el saque y el drive. Para un futuro inmediato me gustaría ser algo más ofensiva pero sin caer en el descontrol”. Curiosamente, no responde a las señas de identidad por las que se conoce a los jugadores españoles ya que no tiene preferencia por las pistas de tierra batida, “sino por las pistas rápidas. Es donde mejor me desenvuelvo”.

Entrenada por la extenista Ana Alcazar, García, que empezó a dedicarse de forma seria al tenis con 10 años sin que tuviera antecedentes en su familia que hubieran practicado este deporte, reconoce que “los resultados del año pasado me han dado mucha confianza. Sobre todo las semifinales que alcance en la Orange Bowl, porque me enfrenté a gente de mucho nivel”.