Tasa de Basuras: PP, PSOE e IU se enfrentan por su aplicación, pero sus ayuntamientos la cobran

El cobro de la tasa de Basuras, también conocida como Ecotasa, por parte del Ayuntamiento de Madrid ha reactivado una batalla política y vecinal, a la que el PP, PSOE e IU aplican sus particulares varas de medir dependiendo de sí son o no quienes gobiernan en los municipios donde se recauda este impuesto llamado ecológico.

La diferencia de criterio en la que se mueven es tal que mientras en la Villa y Corte el PSOE ha puesto en marcha una campaña en contra de su cobro, el actual portavoz socialista en el Consistorio capitalino, David Lucas, fue el artífice, como concejal de Hacienda que era entonces, de su aplicación en Getafe, un municipio donde se recauda desde hace años. Tantos como los transcurridos desde que la FMM acordara en el 2001 la inclusión de este nuevo tributo.

Una situación ésta que Alberto Ruiz Gallardón ya se ha encargado convenientemente de recordar, “es contradictorio que Lucas esté contra de este impuesto (el PSOE piensa repartir 400.000 folletos mostrando su rechazo), cuando él mismo fue el autor hace años de realizar esta medida en Getafe”.

Para explicar su oposición al impuesto capitalino, Lucas aduce que en Gallardón sólo hay un afán recaudatorio a la hora de ejecutar este tributo, que, según el portavoz socialista, no va a repercutir en una mejora ni del servicio de basuras ni en mejoras medioambientales.

Una postura la de los socialistas a la que IU ha echado su propio jarro de agua fría, recordando al PSOE su abstención en la aprobación de los últimos Presupuestos del Ayuntamiento de Madrid, en los que se incluía el cobro de la tasa de basuras.

Ejemplos del doble juego que mantienen todas las formaciones políticas en este tema hay muchos en la geografía regional. El más paradigmático sea quizá el de Getafe, uno de los municipios pioneros en su cobro y que en estos momentos es el tercero en cuanto a la cuantía de los recibos de la también llamada Ecotasa (38 euros de media), sólo superado por Madrid capital y Collado Villalba, este último curiosamente el primero del ranking al cobrar 80 euros de media a sus vecinos por este concepto. Una realidad que explican en el hecho de ser una localidad con muchas urbanizaciones de viviendas unifamiliares.

No obstante, el afán recaudatorio de Gallardón se ha concretado en muchos casos en cantidades desorbitadas en la tasa de basuras, aunque su media está en 59 euros, en zonas como Prosperidad las cuantías sobrepasan los cien euros, una presión impositiva la del gobierno capitalino que, además de suscitar un fuerte rechazo ciudadano, va camino de terminar en los tribunales.

Las protestas vecinales, que en el caso de Getafe se concretaron en varias denuncias con desigual fortuna judicial, no han servido hasta ahora para frenar el cobro de un impuesto que quienes lo aplican justifican en exigencias de la Unión Europea.

Sólo los vecinos de Leganés, que lograron fallos judiciales a su favor, y de Alcobendas se han visto libres de la Ecotasa, gracias a un cambio de gobierno. Estas dos localidades, gobernadas en la anterior legislatura por el PSOE dejaron de pagar la tasa al llegar al poder el PP, que comprometió su retirada en la campaña electoral, y aunque en el caso de la localidad leganense los socialistas recuperaron la alcaldía no han vuelto a imponerla.

Los populares no han suprimido, sin embargo, la Ecotasa en San Sebastián de los Reyes, anteriormente en manos de una coalición presidida por los socialistas, y donde la media de esta retribución asciende a unos 27 euros.

El PP ha enmendado, sin embargo, la plana al propio PP al cambiar de liderazgo en localidades tales como Villaviciosa de Odón, donde José Jover retiró la tasa puesta por su compañera de partido Nieves García.

IU tampoco ha escapado a la tentación de recaudar tan polémico impuesto. Rivas Vaciamadrid, uno de los municipios madrileños donde la coalición tiene históricamente mando en plaza, también cobra la tasa de basuras, lo que supone una media de treinta euros para los bolsillos de sus vecinos.

El resto de localidades no han dado todavía el paso en la implantación de este impopular tributo, desaparecido en su día al incluirse la recogida de basuras en el IBI de cada uno de los municipios. Eso sí, ninguno de los consistorios que recaudan la Ecotasa han descontado este concepto del Impuesto de Bienes Inmuebles, aduciendo a que la actual tasa ecológica poco tiene que ver con el anterior impuesto de basuras.

Otras localidades como Alcobendas, Villanueva de la Cañada, Navalcarnero o Fuenlabrada, por poner algunos ejemplos, aplican sólo a las actividades económicas este tributo. Un impuesto, es cierto, que la UE ha instado a implantar para potenciar el “desarrollo medioambiental en el ámbito municipal”, aunque no pocas veces se convierte exclusivamente en un recurso más de quienes gobiernan para paliar el déficit de las haciendas locales.