Una vez cerrado el caso de Diego, el niño de 11 años que acudía al colegio Nuestra Señora de Los Ángeles, de Villaverde, y que en octubre se arrojó por la ventana de su dormitorio, el juez decidió reabrirlo al conocer la declaración de la madre de un compañero de clase de Diego que había denunciado una situación de acoso y abusos sexuales similar.
En concreto, denunció una "serie de tocamientos entre menores con el beneplácito u omisión de un profesor" en los baños del centro escolar y ahora ha sido llamada a declarar como testigo para narrar los hechos.
El caso de Diego fue reabierto hace pocas semanas después de hacerse público en los medios de comunicación. En aquel momento, sus padres se reunieron con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que prometió abrir una investigación nueva para llegar "hasta el final" del asunto.