Miércoles 22 de julio de 2015
Cuando nació en el frío diciembre de 1983 el PSOE de Felipe González llevaba un año sentado en poder con 202 diputados en sus alforjas, y su padre militando en el Partido del Trabajo, que era una de las divisiones de las divisiones de las divisiones del marxismo leninismo en nuestro país. Iñigo mamó leche proletaria pese a que su padre era un alto funcionario del Estado. Con la vista puesta en la historia y en la revolución sin sangre se ha convertido desde 2014 en el jefe de las campañas electorales de Podemos. Junto a Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero era el " Tercer Hombre" del ya partido tras haberse manifestado contra el capitalismo y la globalización desde Génova a Madrid pasando por Praga y Edimburgo. Y siempre con parada y fonda en la Caracas de Chávez y Maduro. De el dice José Bono, después de comer merluza en su casa del barrio de Salamanca con Zapatero y García Page, que es el más listo, el más leído. Ya sabe de alcantarillas por la novela de Graham Greene y que la noria del poder sube más alta y gira más deprisa que la del Prater vienés que pusiera en imágenes Orson Welles. Empieza a sentir su vértigo.