El Atlético y Maniche acuerdan la rescisión de su contrato

6/5/2009.- El Atlético de Madrid y el portugués Maniche han alcanzado un acuerdo "satisfactorio" para la rescisión del contrato del jugador con el equipo rojiblanco, que concluía el próximo 30 de junio, según informó el club, con lo que el futbolista anticipa el final de su etapa de tres años en la entidad.

El centrocampista luso había sido suspendido hace una semana, junto al griego Giorgios Seitaridis, de empleo y sueldo durante diez días como medida disciplinaria del Atlético de Madrid, en el que ha protagonizado tres campañas rodeadas de polémica y cerradas hoy con el acuerdo para la rescisión de su contrato.

Maniche, al que el club rojiblanco deseó "suerte" en su "nueva aventura" futbolística, ha vivido una controvertida estancia en el equipo madrileño, en el que ha protagonizado sendos desencuentros tanto con el anterior entrenador, el mexicano Javier Aguirre, como con el actual, Abel Resino, con el que ya no contaba desde hace ocho encuentros, en los que no ha jugado ningún minuto.

El futbolista disputó su último partido con el Atlético el pasado 11 de marzo, cuando salió desde el banquillo en el tramo final del choque de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Oporto. Desde entonces, no entró más en los planes del técnico ni jugó ningún minuto con el equipo rojiblanco.

Maniche también protagonizó el pasado curso un enfrentamiento con el mexicano Javier Aguirre, anterior entrenador del Atlético. Fue cedido en el mercado de invierno al Inter de Milán, aunque a su vuelta, y tras las fallidas negociaciones para su traspaso durante el verano, pidió perdón y regresó a la dinámica del equipo.

Incluso, el futbolista pasó de descartado a indiscutible en el once de Aguirre esta campaña, en la que, antes de su desencuentro con Abel, disputó 21 partidos, dieciséis de ellos de titular.

En total, el centrocampista cierra ahora su paso por el Atlético con 64 partidos jugados de Liga y siete goles en tres temporadas en las que fue casi fijo en el once antes de sus controversias con ambos entrenadores.