"Orientando la mirada", recorre el arte asiático desde su llegada a España

26/2/2009.- La exposición, que se puede ver en el centro Conde Duque, reúne en torno a 150 piezas como porcelanas, abanicos de marfil y pinturas y telas con gran profusión de color y armonía,

jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
La belleza y originalidad del arte asiático desde la llegada de las primeras piezas a España, en el siglo XVI, y su trayectoria hasta convertirse, ya en el XVIII, en objeto de coleccionismo y estudio, centra la muestra "Orientando la mirada. Arte asiático en las colecciones madrileñas".

La exposición, que se puede ver en el centro Conde Duque hasta el 24 de mayo, reúne en torno a 150 piezas de todo tipo: porcelanas, abanicos de marfil, pinturas y telas con gran profusión de color y armonía, cofres de laca, figuras y símbolos religiosos.

Este es sólo un ejemplo de la variedad de piezas reunidas por el grupo de siete estudiosas de distintas universidades, coordinadas por Carmen García-Ormaechea.

La exposición ofrece una visión diferente, que pretende "abarcar las perspectivas histórica, artística y antropológica", y está enfocada para "percibir cómo vemos el sureste de Asia desde hace siglos", señala la comisaria

Se trata de mostrar cómo han sido recibidas las piezas, cómo se retocaron, posteriormente, en razón de los gustos y usos de la cultura occidental, hasta que se llegaron a valorar, en el siglo XVIII, como auténticas obras de arte.

La mayoría de las piezas se exhiben por primera vez en público. Además, la organización de la muestra ha hecho posible restaurar algunas piezas, descubrir otras olvidadas y rescatarlas de los sótanos y desvanes de los museos e instituciones donde se encontraban.

Así lo explicó la comisaria Carmen García-Ormaechea durante la presentación de la muestra que ocupa tres salas entre las que se reparten las tres secciones de la exposición.

Una dedicada a "los primeros objetos que se recibieron en las Cortes europeas, y particularmente la española", señala García-Ormaechea, quien aparte de objetos religiosos japoneses, libros raros, y porcelanas.

Son las célebres porcelanas del extraordinario color azul cobalto: "Hay que tener en cuenta que en Europa no existía la porcelana -añade-, mientras en China procedía del siglo VIII. Y, aunque Europa tuvo porcelana propia en el siglo XVIII, nunca logró la perfección asiática".

En una segunda estancia conviven aquellas piezas que "una vez aceptadas y valoradas, dan lugar a una masiva corriente de exportaciones de algunos objetos en especial, como las porcelanas, pero elaboradas siguiendo los gustos del comprador. Como ejemplo la vajilla de porcelana china de Felipe V con los blasones de la corona.

Entre los tesoros más hermosos se encuentra la colección del Delfín de Francia, dominado por piezas de jade y que pasó a la corte española con la llegada de Felipe V.

Con todo, la sala más sorprendente es la última, aquella en que se reúnen pinturas exquisitas japonesas, bustos y figuras de Buda, o miniaturas japonesas de los siglos XIX y XX llamados "Okimo", (Adorno).

Entre todas ellas destacan los "surimoro", xilografías de producción privada y muy costosa que se hacían por encargo para regalos de ocasiones especiales.

Japón, India, China, Tibet, Camboya, Tailandia, Indonesia y Myanmar son los lugares de procedencia de estas piezas para cuya reunión han colaborado 19 instituciones, la mayoría públicas.

El equipo de comisarias ha elegido lo que llaman "pieza del mes", y que, en este caso, al estar abierta la muestra tres meses son tres: un "Surimoro" japonés, una cabeza de buda de Camboya y la sopera de la vajilla encargada por Felipe V.
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