EConsistorio contrató en octubre a José Manuel Rodríguez Carballo, marido del vicepresidente primero del Senado, Javier Maroto, tras un proceso en el que se presentaron otros 22 candidatos.
La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, ha cuestionado la "contratación opaca" en Cibeles del marido del senador del PP Javier Maroto, sin ética, "inmoral" y que "socava la confianza" de la ciudadanía en las instituciones.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se enteró de que el marido del senador del PP Javier Maroto estaba trabajando en el Ayuntamiento porque el ahora subdirector de Análisis y Evaluación se lo dijo para asegurar, a renglón seguido, que no ha recibido llamada o comunicación alguna por parte de su compañero de partido.
El diario 'El País' apunta que el Consistorio contrató en octubre a José Manuel Rodríguez Carballo, marido del vicepresidente primero del Senado, Javier Maroto, tras un proceso en el que se presentaron otros 22 candidatos.
"Lamentablemente no es la primera vez que el gobierno de Almeida se ve envuelto en este tipo de escándalos", ha declarado la socialista a las puertas del Consistorio. Su grupo municipal va a solicitar el expediente de contratación para comprobar "si es legal o no".
"CORRUPCIÓN INSTITUCIONAL"
Para la portavoz del PSOE, en todo caso "no es ético. Es una contratación opaca, que socava la confianza de los madrileños en las instituciones. Estas son siempre las formas que tiene el gobierno de Almeida, de opacidad, de deslegitimar las instituciones".
Reyes Maroto incluso ha hablado de "corrupción institucional". En este punto ha recordado que el PSOE ya ha presentado en lo que va de mandato dos denuncias en la Oficina Antifraude.
"Es una contratación opaca, desde luego inmoral las formas que el Ayuntamiento tiene de colocar al marido de Javier Maroto y utilizar las influencias que tiene. Veremos el expediente de contratación y tomaremos medidas en caso de que veamos a alguna irregularidad pero, más allá de la ilegalidad o no, desde luego no es ético porque socava la confianza de los madrileños en la institución, que debería representar los intereses generales de Madrid", ha alegado.
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