www.cronicamadrid.com
Un Gobierno de círculos con mucha venganza y una única incógnita
Ampliar

Un Gobierno de círculos con mucha venganza y una única incógnita

lunes 20 de noviembre de 2023, 16:13h
Primer círculo, el de Pedro Sánchez, formado por su equipo de confianza, desde Felix Bolaños, que sigue subiendo en la escalera del poder, hasta José Manuel Albares, que permanece impasible el ademán como ojeador de la política exterior. Por medio, María Jesús Montero, que se convierte en vicepresidenta pero con las riendas de Hacienda en sus manos, y Teresa Ribera, que sigue siendo la amiga invisible pero muy cercana. En ese círculo entran, por méritos propios y conocedores privilegiados de sus respectivos ámbitos durante los últimos cuatro años, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlasca y Luís Planas.

Si de bien nacidos es ser agradecido, Pedro Sánchez lo es. Premio para Salvador Illa y el socialismo catalán en la persona del que ha sido presidente de Hispasat y antiguo alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, que sucedió al frente de la Ciudad Condal a Joan Clos cuando a aquel le hicieron ministro de Industria y Turismo, cartera que “hereda” trece años más tarde. De seguir por ese camino terminaremos viéndole por las capitales de Turquía y Azerbaiyán como embajador, siempre bajo el recuerdo de uno de los dirigentes claves del PSC en el inicio de la transición, Josep Pallach, el político que explica a la perfección la instalación de la socialdemocracia en el socialismo catalán y el abandono del marxismo, mucho antes de que lo hiciera el propio Felipe González.

Premios, también, para los socialistas canarios en Angel Victor Torres, una forma de apostar por un regreso al futuro mientras se mantiene el pacto de investidura con Coalición Canaria; y para el “guerrero” que se lanzó con su particular “Tizona” en las manos contra el presidente del PP y candidato Alberto Núñez Feijóo durante su sesión de investidura. De Valladolid a Madrid, a veces, el camino se hace muy largo, pero Oscar Puente, convertido en Alvar Fañez,, como si del fiel servidor de Alfonso VI se tratara, antes de pasar a convertirse en el segundo al mando de las tropas de Rodrigo Díaz de Vivar, no dudó ni un instante en bajar de la tercera fila de su escaño y atacar con furia al hombre que soñó, durante unas horas, convertirse en el nuevo presidente del Gobierno de España.

Segundo círculo, el de Yolanda Díaz, formado por alguno de sus antiguos compañeros de militancia en Izquierda Unida y el PCE, desde su inseparable Ernest Urtasun, el futuro de Sumar en Cataluña, al margen de Ada Colau, tan derrotada y abandonada como las masacradas herederas de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, defensoras hasta el final, de una formación que ha sido abandonada por aquellos que fueron suyos. Las últimas de la “Numancia” de la izquierda radical, que se asomó con el 15M ante las legiones socialistas, ya estaban muertas políticamente ante de que la implacable Yolanda las terminara de enterrar en vivo.

La vicepresidenta segunda, defensora a ultranza del papel de la mujer en la vida pública española, le debe todo a dos hombres. A Pablo Iglesias, que la escogió como sucesora tras su huída a la Comunidad de Madrid en busca de una gloria que Isabel Díaz Ayuso le negó con su aplastante victoria, siempre con la I estar able ayuda interna de Vox, y la externa de Mónica García, la mejor de las compañeras posibles para la venganza en frio de Iñigo Errejón. Los que parecían hermanos siameses en la Universidad, inseparables y dispuestos a arrebatarle al PSOE el liderazgo de la izquierda, han visto como el triunfo de Pablo Iglesias ha sido efímero, y que, por lo menos en Madrid, Errejón ha conseguido que dos de los muy suyos - que dejarán de serlo a corto plazo por la inmutable ley de los asientos perdidos - se sienten en el Consejo de Ministros, la propia Mónica Garcia y Pablo Bustinduy, “heredero” también del Ministerio que tuvo con Felipe González su madre, Angeles Amador.

Las venganzas están cumplidas, los premios también. Queda una única incógnita importante: ¿quién será la persona que se convierta en vicepresidenta primera y titular de Economía si, tras unas largas y difíciles negociaciones dentro de la Europa monetaria, Nadia Calviño se convierte en máxima responsable del Banco Europeo de Inversiones, la entidad encargada de repartir los fondos europeos. Un puesto vital para los intereses españoles y que sería la gran victoria de Pedro Sánchez por encima, incluso, de los resultados electorales y las cesiones pactadas con los nacionalismos catalanes y vascos.