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Feijóo convierte su investidura en una moción de censura
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Feijóo convierte su investidura en una moción de censura

martes 26 de septiembre de 2023, 19:32h
El candidato Núñez Feijóo ha convertido su sesión de investidura en la primera moción de censura a un gobierno que está en funciones y del que no se sabe si segurjrá con su actual composición en caso de que Pedro Sánchez logre en su propia investidura mantenerse en el poder. El líder del PP, que comenzó nervioso y hasta desorientado a la hora de explicar la España que quiere, se creció como el más duro y ocurrente de la oposición.

Para contestar al candidato, Pedro Sánchez eligió al diputado por Valladolid y ex alcalde de esa ciudad, Oscar Puente. Ni siquiera utilizó a Patxi López, que es el portavoz. Quería a un pugilista duro, no a un estilista. Ahí empezó todo lo brusco, lo desagradable, la conversion del Parlamento en un cuadrilátero de boxeo. En Cuatro idiomas, pero boxeo al estilo Tyson. El candidato se creció en ese castigo, al igual que lo hizo tras las intervenciones de Santiago Abascal y de los dobles portavoces de Sumar y del resto de formaciones presentes en el Hemiciclo.

Feijóo demostró que es un excelente parlamentario, de igual forma que es evidente que se equivocó en los tiempos, dejando el proyecto de España medio tapado por las apelaciones contra la posible amnistía, los pactos con el independentismo o el feminismo más radical. Hasta sacaron a pasear por la tribuna a la selección española de futbol femenino, con mención expresa, faltaría más, a Jenni Hermoso, convertida en todo un referente político de la España que ya ha llegado y para quedarse.

Ayer asistimos a una muy buena moción de censura contra Pedro Sánchez y su Gobierno, también y de paso contra la suma de voluntades que conforma Sumar. El represente del Partido Comunista, ni siquiera de Izquierda Unida, Enrique De Santiago, quiso recuperar la memoria histórica y Feijóo desencadenó sobre su cabeza los truenos de las tormentas de este verano.

Tendremos que esperar a la votación de mañana día 27, con el resultado previsto de que Núñez Feijóo no consiga la mayoría absoluta. Y de nuevo a esperar a la del día 29, en busca de la mayoría simple. Ahí podrían darse sorpresas, que no parecen contemplar ninguno de los que intervinieron en esta primera sesión. Volver a empezar cuando Pedro Sánchez le diga al Rey que él está preparado para lograr ese objetivo. Después, si las cuentas que todos han hecho se cumplen, nueva espera para ver qué Gobierno se forma y cuánto dura sobre la base socialista de 121 escaños y 31 representantes de Sumar, dónde cada una de las partes que lo integran quiere su trozo de pastel político.

Si Pedro Sánchez decidió permanecer mudo y dejar el combate dialéctico en manos de Oscar Puente será por creer que el ex alcalde vallisoletano sería capaz de erosionar la muralla de la derecha. Luego, dentro de unos días, salvo que Felipe VI piense y haga lo contrario, misión imposible salvo que desde el palacio de La Zarzuela se quiera desatar una guerra institucional que sobrepase la propia voluntad combativa de los partidos, él tomará el mando de las operaciones para demostrar quien manda hoy en esta España tan cargada de resentimientos como falta de proyectos reales para 47 millones de ciudadanos.