1.- Nadie convoca elecciones para perder. Con nuevo liderazgo en la derecha y el acercamiento “ nacionalista” de Feijóo al independentismo burgués de Cataluña y Euskadi adelantar la cita con las urnas sería un tremendo error. Las posibilidades de derrota muy elevadas y el cambio de alianzas en el Congreso sería muy parecido al que consiguió José María Aznar en 1996 con su famoso “ hablo catalán en la intimidad”. Entonces intervino el Rey Juan Carlos para “ terminar de convencer” a Jordi Pujol.
2.- A sus socios de izquierda no les interesa romper. Nada ganarían ni el deshecho Podemos de Ione Belarra, ni la restaurada Izquierda Unida de Yolanda Díaz, ni los independentistas de Bildu, la Cup y el BNG con ir en estos momentos a unas elecciones. Las probabilidades de perder peso e importancia son enormes. Les interesa esperar todo lo posible y mientras tanto asegurarse la cuota de poder de la que disfrutan. Con la derecha en el poder perderían la mayor parte de lo ganado.
3.- Esperar a los resultados de mayo 2023. Serán las elecciones municipales y autonómicas de mayo del año próximo las que de verdad retraten a la España política y aún así quedarán siete u ocho meses por delante para ver, negociar y asegurar el poder en 12 Comunidades y miles de Ayuntamientos. Una posible pérdida en unas generales adelantadas influiría de forma negativa en el resto de citas con las urnas.
4.- Mejor esperar al final de la guerra en Ucrania. Posicionados de forma clara con Estados Unidos y el resto de la Europa Occidental, el Gobierno de Pedro Sánchez tiene más que ganar que de perder sea cual sea el final del conflicto en Ucrania. Tendrá que afrontarse un nuevo equilibrio mundial a nivel político y económico y nuestro país goza de una posición estratégica que bien gestionada resultará rentable para el partido o partidos que estén en el poder. Incluso la posición de Unidas Podemos dentro del Gobierno contra la guerra es mucho más simbólica que real.
5.- Europa no tiene más remedio que resolver la crisis energética. El cambio de fuentes de energía y de proveedores de las mismas para el conjunto de Europa es imprescindible. Se ha acelerado un proceso que estaba en marcha y de nuevo la posición de España es de privilegio hacia el gas que llega desde Africa a incluso desde America. Incluso las obras de infraestructuras necesarias servirán para salir de la crisis económica con más ayudas europeas.
6.- La evidente división de la izquierda favorece al PSOE. De cara a las urnas y ante la fortaleza del conjunto de la derecha, desde el PP a Vox pasando por el PNV, ERC y Jx Cat, la necesidad de unir votos en torno a unas candidaturas potentes revertirá en el partido más fuerte, que en este caso es el PSOE, incluso en el Madrid de Más País. De nuevo lo que suceda en las “ Primarias” de mayo de 2023 servirán de test electoral. Del multipartidismo programático al bipartidismo necesario.
7.- La Asegurar el liderazgo de Yolanda Díaz como aliada necesaria. La clara ruptura dentro de Unidas Podemos y las diferencias entre Yolanda Díaz e Ione Belarra y Alberto Garzón le llevan al presidente a jugar con el tiempo y las buenas relaciones con su vicepresidenta segunda. Mantener el poder tras unas futuras elecciones pasará por asegurarse al menos los mismos votos y escaños de los que goza el PSOE pero también ayudar a que la “ nueva formación” a su izquierda no baje de los treinta asientos en el Congreso. A partir de esa base el resto de apoyos tendrán de negociarse de la misma forma que se hizo en 2018 y 2020.
8.- Mantener la paz social con los Sindicatos.- El Gobierno en conjunto sabe que a los empresarios españoles en particular y a la Europa económica en general les interesa que el nivel de conflictividad en nuestro país sea bajo, sobre todo si se mantiene o incrementa la crisis. Para lograrlo es mejor un Ejecutivo de izquierdas que uno de derechas. Lo demostraron tanto Felipe González como José Luís Rodríguez Zapatero cuando los cambios industriales y tecnológicos eran tan necesarios como urgentes. El tiempo para hacerlos también favorece que la actual Legislatura se alargue lo más posible.
9.- La Monarquía necesita más al PSOE que al PP. Con la crisis institucional abierta por la abdicación y los escándalos relacionados con el Rey Juan Carlos, el mantenimiento de la Monarquía de Felipe VI frente a un cambio constitucional que propugnará la República en un Referéndum está más asegurado con un gobierno de izquierdas basado en el PSOE que en uno de derechos sustentado por el PP. Esa es una lección que supo y la pasó con sobresaliente el anterior Monarca. Los cambios mínimos que se han hecho en la estructura de la Casa Real son una buena prueba.
10.- Mantener el poder el mayor tiempo posible. Con los Presupuestos de 2022 aprobados y el arma de lis decretos leyes en el bolsillo, Pedro Sánchez puede aguantar hasta el máximo que permite la Legislatura, que el propio dictamen de los servicios jurídicos del Congreso - al contar el inicio “ real” de las Legislaturas, que supera al de las elecciones - lleva hasta mediados de enero de 2024. El presidente no está dispuesto a jugarse el poder en las urnas antes de tiempo. Su propia supervivencia política ya ha demostrado que está por encima del resto de consideraciones. Incluso Europa y la OTAN metidas en profundos cambios, le han perdonado sus errores iniciales y saben aprovechar sus flaquezas, que son las nuestras como país.
