Estas licencias son necesarias en base a la nueva Ordenanza municipal de Terrazas y Veladores, "que recoge circunstancias hasta ahora desactualizadas y que apuesta por la convivencia entre vecinos y hostelería"
Los hosteleros de Getafe tienen de plazo hasta el próximo 30 de noviembre para pedir al Ayuntamiento la nueva licencia obligatoria para poder instalar terrazas en la vía pública y así cumplir la normativa de reciente aprobación que establece medidas para no ocasionar molestias a los vecinos.
Según ha informado el Gobierno municipal, estas licencias son necesarias en base a la nueva Ordenanza municipal de Terrazas y Veladores, "que recoge circunstancias hasta ahora desactualizadas y que apuesta por la convivencia entre vecinos y hostelería como eje central de Getafe para el futuro".
Asimismo, han señalado que el Ayuntamiento "va a ayudar" a los hosteleros a que lleven a cabo los cambios indicados en la nueva Ordenanza, con el objetivo de "mejorar la convivencia con los vecinos", con 600.000 euros en ayudas.
A través de la empresa pública de desarrollo económico Getafe Iniciativas (GISA), ofrecerá hasta 5.000 euros por establecimiento para la adaptación a la nueva normativa, por lo que estas ayudas directas se podrán solicitar entre el 15 de diciembre de 2021 y el 30 de abril de 2022, una vez tramitada la nueva licencia.
Además, han destacado, "entre las principales novedades de la ordenanza", la homogeneización de las mesas y sillas, el tamaño de las terrazas, la licencia por al menos cinco años de los cerramientos, la regulación de otros elementos auxiliares como estufas, mayor agilidad en las tramitaciones o el uso de espacios como aparcamientos, "como se ha permitido durante la pandemia".
Con la nueva ordenanza, las terrazas deberán dejar al menos una anchura libre de paso de 1,80 metros que se incrementa hasta los 4 metros en zonas peatonales, y tampoco se podrá ocupar más del 60% de la acera.
En lo que respecta a las molestias por ruido, se podrá reducir el número de mesas o revocar la licencia cuando se genere ruido que supere los límites establecidos en la legislación sobre contaminación acústica en los edificios colindantes.
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