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El futuro de España se decide el 4M en Madrid
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El futuro de España se decide el 4M en Madrid

martes 06 de abril de 2021, 13:27h
Seis millones de madrileños van a decidir es futuro inmediato de España. Apenas una séptima parte del país tiene la capacidad de mandar un mensaje a los despachos de las grandes decisiones mundiales: en un mes sabremos quién tiene más futuro, si la unión de las derechas o la fragmentación de las izquierdas. No es Ayuso, ni Iglesias quienes más se juegan, son Pedro Sánchez y Pablo Casado.

Conseguir que nos den dos o tres años más de plazo para dejar nuestro déficit por debajo del 3% nos va a costar otros agujeros en ese cinturón de castidad económica que nos van a colocara en cuanto pasen ls elecciones del 4 de mayo. Estamos en un paréntesis que nos da Europa para ver si es El PP quien se mantiene en la presidencia o es el PSOE quien por fin lo consigue.

Nos han impuesto desde los despachos de cinco siglas , que son como las diez plagas de Egipto lo que tenemos que hacer, ya que cada una vale por dos de las que relata el Éxodo para explicar el cambio de actitud del faraón tras las sucesivas visitas de Moisés y su hermano Aaron.

La temida visita de "los hombres de negro" puede coincidir con los resultados de las urnas y con la publicación por parte de la OCDE de sus previsiones para España que distan, y mucho, de las cifras oficiales. Desde el organismo de Cooperación y Desarrollo insisten en que el paro llegará al 20% en este año y que nuestro déficit se moverá entre el 5,6 y el 6 % , y que no bajará hasta bien entrado el próximo.

Ya no es negro sobre blanco, es negro sobre negro todo lo que los enviados del FMI, del BCE, de la CE, de la EBA y del MEDE escriben sobre la situación económica y financiera, con la inevitable apostilla de los países que como Holanda, Austria y el resto de los llamados “ frugales” que se niegan a avanzar ni un metro en el envío de los miles de millones pactados por la Comisión.

Olvídense hasta el otoño para el “ aperitivo” financiero y tengan la seguridad de que hasta 2022 no llegarán las grandes cifras de los famosos 150.000 aprobados pero no desembolsados. Debe ser que les parece corta la soga de 1,7 billones de euros que como deuda pública llevamos al cuello y que no para de aumentar trimestre a trimestre, bien es cierto que de ese montante casi un cuarenta por ciento está en manos de los bancos españoles, que a su vez se los trasladan al BCE, lo que hace que sean Ana Botín, Carlos Torres y el duo Gortazar - Goirigolzarri los principales acreedores del Reino.

Los inspectores del Fondo Monetario Internacional, del Banco Central Europeo. De la Comisión Europea, de la Autoridad Bancaria Europea y del Mecanismo Europeo de Estabilidad amenazan con llegar con una vara, que se transformaba en serpiente como Moisés y Aaron, con los ordenadores portátiles y sus programas informáticos para decirle al gobierno de Pedro Sanchez que debe acelerar la reforma de las pensiones, o lo que es lo mismo: quitar poder adquisitivo a los pensionistas; que debe flexibilizar más el mercado laboral con un contrato único; que los convenios colectivos solo sirvan para un año; que se baje el gasto sanitario y farmacéutico; que suba el IVA hasta el 21 por ciento de aquellos productos que hoy solo tienen el 10; que suban los combustibles; que bajen los salarios; y que se prepare para despidos masivos en las Administraciones públicas. De los del sector privado ya se encargarán los propios gestores.

Diez plagas para que, según ellos, salgamos de la crisis y lleguemos a la Tierra Prometida. Se olvidan, si es que han leído la Biblia por fe o por curiosidad que los israelitas tardaron cuarenta años en hacerlo y que perdidos en el desierto necesitaron el Maná para sobrevivir. Nuestro Maná no vendrá del cielo, más bien de las arcas de Francfurt.

Se suceden los viajes, las reuniones y las declaraciones de los líderes europeos sin que el mínimo acuerdo sobre la necesaria reactivación de la economía del Viejo Continente envíe un mensaje de optimismo a los ciudadanos. Nuestro jefe del gobierno pasa más tiempo con la vista puesta en el exterior que dentro de las fronteras patrias pidiendo con insistencia que junto a los inevitables recortes de los que le habla de nueva vicepresidenta segunda, aparezca la inversión, que se combata con enérgica el paro juvenil, que la reforma de las pensiones en España no puede dejarnos por debajo de la media continental. Pide y pide pero no parece que le hagan mucho caso por más que se sume a las posturas del francés Macron un día y a las del italiano Draghi otro.

Aseguran desde el Ejecutivo y desde la dirección del PSOE. que la obsesión de Sánchez y su equipo de Economia y Hacienda es eso, la economía y que el resto pasa a un segundo plano, que de esa "labor interior" deben ocupare sus otros ministros, desde el de Justicia al de Interior, desde Campos a Marlaska, y que de entrar a discutir ahora de elecciones y listas, nada de nada, que ya habrá tiempo cuando se pasen los idus de mayo de terminar las remodelaciones internas del socialismo, con Andalucía como objetivo prioritario, y la cabeza de Susana Díaz como gran trofeo.

Mucho me temo que pese a la cada vez más imperiosa necesidad de cambiar de rumbo y apostar por el crecimiento vamos a tener que esperar a que se resuelvan las elecciones para de verdad iniciar una nueva etapa en nuestra historia con la Unión Europea. Y será la propia necesidad de crecer de todos los países tras la hecatombe sanitaria de la pandemia y el endeudamiento gigantesco que se padece en todo el mundo, cuando el futuro tenga un hueco en ese paisaje negro ante el que estamos, y la constatación de que el milagro del cambio de Biden y los que puedan sustituir a Merkel y Macron, es tan sólo un espejismo.