Esta modificación cosmética, que proveniente de la inserción de pigmentos en bajo la piel, se ha convertido en un ícono de la contracultura, la modernidad y han tenido presencia en Madrid desde su regularización en 1992 y como por antonomasia, parece que el movimiento de los tattoos se ha hecho permanente en la cultura local.
No existe a ciencia cierta un origen definitivo de la cultura del tatuaje, pero hay indicios de que al menos ha acompañado a la humanidad desde antes que esta comenzara a ser consciente de su propia identidad. Hay vestigios de que en Chile desde hace más de 6 mil años, de la práctica del tatuaje ceremonial en momias, e incluso en 1991 en el glaciar de los Alpes de Ötztal, se encontró a la momia Otzi, de origen neolítico con tatuajes en su cuerpo.
Los tatuajes son eternos como la historia
Desde siempre, la pintura artística en la piel, es un concepto integral, pero no nos referimos del maquillaje que usan las chicas diariamente, la pintura en las caras y el cuerpo ha sido registrada desde siempre, algunas veces con fines ceremoniales y otras tantas como cosméticos.
Esta práctica no se circunscribe a una raza en específico o a una cultura en particular, sino que ha estado ligada a todas y cada una de las etnias, en cada uno de los continentes, mucho antes de que estos se encontraran y compartieran sus conocimientos.
Desde las pecas dibujadas en el rostro de algunos incas de Perú y Chile, las decoraciones de los hombros de las tribus nómadas de la Siberia Rusa, los intrincados diseños monocromáticos de los rostros, brazos y torsos de los Maoríes de la Polinesia en el Pacífico Sur, los diseños artísticos y coloridos de los torsos yakuzas en el Japón medieval, a las delicadas líneas de las sacerdotisas egipcias de la XI dinastía y los pequeños dibujos en los rostros de los nativos americanos, los tatuajes son tan naturales y diversos como quienes los usan hoy en día.
Historia reciente del arte del tattoo
El uso de los tatuajes en la historia reciente, está muy ligado a las tripulaciones de los barcos mercantes que surcaban los mares desde el siglo XV y a ellos se les atribuye que estas artísticas prácticas tribales, irrumpieron dentro de la cultura europea.
En Nueva York del siglo XXI se fundó el que es considerado el primer estudio de tatuajes de la historia. El estudio de Martín Hildebrandt, se popularizó rápidamente obligando a éste a desarrollar métodos más especializados, salubres y modernos para efectuar diseños artísticos, lo que dio origen a la primera máquina de tatuajes de la que se tiene registro.
Desde ese punto de inflexión y con el pasar de los años, el tattoo se ha ido integrando paulatinamente a la sociedad, con lo que para las generaciones actuales, gracias a que ha sabido evolucionar en técnica, tecnología, precisión, estética y materiales, es tan natural que aunque nunca pasa desapercibido según la creatividad de quien lo lleva, ya no es tan extraño de ver.
Tatuajes en Madrid
La movida ha permanecido en la capital española desde que llegó a principios de los años ochenta y con ella la revolución en la moda. Y aunque con el pasar de los años los estilos han ido y venido, el impulso que esta dejó en la psiquis española, ha permanecido hasta el siglo XXI.
Muestra de ello son la gran cantidad de estudios de arte del tatuaje que existen, pero ninguno tan exclusivo como el Estudio Baltasar Tattoo en Madrid, ubicado en el barrio Imperial del Distrito de Arganzuela en el centro de Madrid, específicamente en la Calle de Santa Casilda, 1, 28005 Madrid, y que ha sublevado la escena del tatuaje en la ciudad, con artistas de categoría y fama mundial, se ha adueñado del proscenio madrileño, tatuando su nombre en la ciudad. Para una cita personal márcales al teléfono: 918.75.52.67.
Tan único como tu
La cultura del tatuaje no presenta una definición por utilidad absoluta, esto se debe a que cada diseño, cada matiz, cada frase y hasta cada razón esgrimida para hacerse un tatuaje varía de persona a persona, por lo que cada tatuaje es personal e íntimo, aunque coincida en características con muchos otros. Y como actualmente, con los cuidados obligados y la atención requerida, muchas de las contraindicaciones han desaparecido, al menos 1 de cada tres personas se ha tatuado y es parte de este maravilloso club de quienes se expresan a través de su piel.
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