www.cronicamadrid.com
Menú Redondo para Sánchez: elecciones y menos ministros
Ampliar

Menú Redondo para Sánchez: elecciones y menos ministros

jueves 28 de mayo de 2020, 14:15h
Convertido en el gran chef político del presidente del Gobierno, Ivan Redondo, su jefe de Gabinete y máximo encargado de otear el futuro, le está preparando dos grandes platos para el otoño: cambio de Gobierno, con menos ministros, o elecciones anticipadas. Si el apetito de Pedro Sánchez está al mismo nivel que la crisis puede que opte por los dos.

Las recetas - tendencia Arguiñano - son muy sencillas y se basan en las existencias y exigencias del mercado. Por un lado están los productos europeos, fundamentalmente económicos y monetarios. Sujetos a examen por varios jurados que van desde el Banco Central al Fondo Monetario pasando por la Comisión Europea y el Parlamento.

Por el lado nacional las ofertas son mucho más complejas. Atender a seis o siete millones de parados; estructurar un inédito salario de subsistencia para unas ciento de miles de familias; ayudar a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas para que no desaparezcan; intentar que los bancos no cierren la circulación de préstamos e hipotecas; conseguir que el gasto público disminuya en unas Administraciones hipertrofiadas; subir los impuestos de forma imperativa para recaudar más entre los llamados ricos si que se termine exprimiendo a la ya muy exprimida clase media. Demasiados productos que no encajan bien a la hora de cocinarlos en unos Presupuestos Generales que ya parten con un déficit muy por encima del Producto Interior Bruto.

Ante las dificultades que entraña satisfacer a tantos y tan diferentes “clientes” , el jefe de cocina de Moncloa ha puestos a trabajar a destajo a su equipo de 40 personas, empezando por su segundo, Francisco Salazar, siguiendo por el Secretario General de Presidencia, Felix Bolaños, por el responsable de Comunicación, Miguel Angel Oliver, y sus imprescindibles cocineros: Francisco Polo, Antonio Hernández Espinel, Manuel de la Rocha, Ernesto Gasco, y el menos conocido pero muy apreciado en lo alto del escalafón, Ivan García Yustos.

Un presidente, cuatro vicepresidentes y 22 ministros, a los que hay que añadir secretarios de estado, directores generales, subdirectores, jefes de gabinete, sectatarías y un etcétera tan largo como imposible de cuantificar por la movilidad en nombres y números, son demasiados. Nos igualamos a Italia y sacamos una enorme ventaja a Francia y Alemania. Una de las cosas que necesariamente va a cambiar. Reducir la Administración central y dar ejemplo a las Comunidades autónomas se va a convertir en requisito para los socios europeos, y en ejemplo para los ciudadanos españoles.

Convertirdo de hecho en el quinto vicepresidente del Gobierno, con asiento en la Comisión de Secretarios y en el Consejo Nacional de Seguridad, Ivan Redondo, ya le ha puesto sobre la mesa a Pedro Sánchez un nuevo organigrama del Ejecutivo, con fusión de Ministerios que carecen de sentido y que obedece su creación a la necesidad de safisfacer los deseos del presidente y del PSOE, por un lado, y de Pablo Iglesias y Alberto garzón, por otro, para justificar los porcentajes de representación en el gobierno de coalición.

Sobran ministros y sobran Ministerios, al igual que sobran Consejerías en la mayor parte de las Comunidades autónomas. Para convencer a la Europa que nos va a enviar más de cien mil millones de euros, y para dar ejemplo ante los ciudadanos que van a soportar la crisis económica que se avecina, eliminar “grasa” gubernamental será tan bueno como exigente.

El otro gran plato que se está cocinando en el Palacio de La Moncloa, con ayuda externa, eso sí, es el adelanto electoral. Ir a las urnas tras analizar - como hacen cada semana - los deseos y opiniones de los españoles sobre su clase política, desde el gobierno a la oposición, desde los partidos de caracter nacional a aquellos de caracter autonómico.

Se puede servir en el comienzo del curso, en septiembre u octubre, dependiendo tanto de lo que digan las encuestas tras poner en marcha los planes de ayuda social, como de los resultados de las elecciones en Galicia y el País Vasco, las dos autonomías que van a servir de prueba para conocer de verdad la opinión de los españoles sobre la actuación del Ejecutivo ante la crisis del Covid 19, pero también acerca de su grado de satisfación y crítica sobre el futuro. Se pregunta tanto por el poder como por la oposición, con valoraciones de los distintos líderes y su capacidad para dirigir el país. Y también y de forma destacada se avaluan de forma directa las opiniones que aglutinan tendencias en las redes sociales, tanto por situación geográfica como por edad y posición social.

Con ese “retrato de España” Pedro Sánchez tomará la decisión: cambiar mucho o poco el Consejo de Ministros; convocar elecciones generales si ve opción clara de victoria y de seguir formando gobierno; o hacer las dos cosas y presentarse ante los españoles y ante Europa con otro rostro “administrativo”. Si algo tiene demostrado el presidente es su osadía y su resistencia. Ambas le hacen falta.