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Europa necesita a España con hombres de Estado y no navajeros
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Europa necesita a España con hombres de Estado y no navajeros

lunes 01 de julio de 2019, 09:04h
España se ha convertido en la aguja necesaria para recoser esta Europa que amenaza con romperse en pedazos. Sólo tenemos que abordar nuestra posición desde un acuerdo de estado entre los líderes políticos.

Sánchez, Casado, Rivera, Iglesias y Abascal tiene la palabra. Altura de miras o gran fracaso. Si en lugar de estar todo el día pensando en cómo destruir al adversario colocaran los intereses del país por delante, tendrían tiempo para plantear alternativas de unión frente al resto de los 27 países.

La derecha europea se está quedando sin su “lideresa” y no quiere a un socialdemócrata como Timmermans al frente de la Comisión Europea. Angela Merkel ha dejado de mandar y Emmanuel Macron no ha llegado a hacerlo. España tiene una gran oportunidad, que puede desaprovechar por lo de casi siempre: nuestras guerras internas.

Un día sí y otro también los dirigentes políticos llenan los medios de comunicación con declaraciones que exclusivamente hablan de impedir la investidura del ganador de las elecciones, de los pactos necesarios para repartirse el poder en las autonomías, y en la forma de boicotear la acción política hasta conseguir que se celebren de nuevo elecciones al final del verano.

Se han encerrado a este lado de los Pirineos y no parece que exista Europa, ni que el mundo esté girando muy deprisa en torno a Estados Unidos y China. De las consecuencias del Brexit no se habla. De la firma del acuerdo entre la UE y Mercosur sabemos que se firmó un papel, pero no lo que contiene, pese a que España debería tener una posición de liderazgo.

Siempre Cataluña a la espera de la sentencia del Tribunal Supremo y sus consecuencias, con el posible adelanto de las elecciones en esa autonomía, y si jurídicamente Puigdemont y Junqueras tienen derecho a ser eurodiputados y todo lo que ello significa. Ya está Casado pidiéndole a Sánchez que haga lo que no puede hacer, que es detener al expresidente. Y nuestra Fiscalía y Abogacía del Estado jugando unas cartas que pueden volverse en su contra.

De nuevo ETA y la cuestión vasca, y de nuevo mezclada con la formación de gobierno en Navarra, el único lugar de España en el que el PP, Ciudadanos y Vox decidieron juntarse en una única candidatura. Y ganaron, pero sin la mayoría suficiente.

Los viejos fantasmas que la actual democracia no supo desterrar y que salen de los armarios en los que estaban. La tumba de Francisco Franco, que estaba olvidada y el interés político y partidista colocó frente a la memoria de los españoles. La propia Constitución votada y aprobada en 1978, con todos sus logros y todas sus carencias, puesta en cuestión para “rejuvenecerla” y de paso colocar en su reforma la pregunta clave: Monarquía o República.

Es más que posible que Pedro Sánchez necesite gobernar con urgencia y que el PSOE consiga estabilizarse como referencia socialdemócrata en Europa. Es una ambición legítima pese a sus escasos 123 escaños. E igualmente es entendible que Pablo Casado necesite un tiempo para reforzar su liderazgo mientras el PP consigue gobernar en el mayor número posible de Comunidades y Ayuntamientos.

Albert Rivera está obsesionado con “devorar” electoralmente al Partido Popular, una fijación comparable a la que siente por el actual presidente en funciones. Se está quedando sin terreno y va a hacer todo lo posible porque eso no ocurra. A cualquier precio y sin miramientos, aunque su formación se rompa y pierda el sentido del centro que tuvo en su nacimiento, una mezcla de liberalismo y socialdemocracia que, tal ves sin saberlo, recordaba la frase con la que Felipe González justificó su alejamiento del socialismo marxista: “ soy socialista a fuer de ser liberal”.

La supervivencia de las otras dos fuerzas de carácter nacional depende tanto de sus actuales líderes que es difícil predecir su futuro si Iglesias y Abascal desaparecieran. Es posible que una parte de la herencia de Podemos se canalizara hacia nuevos herederos del 15M; pero lo que es seguro es que sin el ex-protegido de Esperanza Aguirre al frente, Vox tendría los días contados, y en el PP se frotarían las manos todos los días.

Apenas se habían marchado por una puerta, y ya están entrando por la otra. Son las encuestas electorales y sus consabidos pronósticos. En el retrato sociológico sale mejor la izquierda que la derecha; y mejor los viejos partidos que los nuevos. Una forma de entretener al ciudadano mientras arde, de verdad, media España.