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Sánchez hace campaña desde el poder de La Moncloa
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Sánchez hace campaña desde el poder de La Moncloa

Por Rafael Gómez Parra

El líder socialista aprovechará los dos meses que le quedan hasta las elecciones generales para dar a conocer los planes que tenían preparados sus ministros y presentarlos como un programa electoral con la credibilidad que le da el estar en La Moncloa frente a las promesas de Podemos o la derechización de Albert Rivera.

Pedro Sánchez quiere aprovechar el tirón de la Moncloa para convencer a los votantes de izquierda, que el único voto útil contra la derecha será el que vaya al PSOE y para ello ha diseñado todo un conjunto de planes que no va a poder llevar a cabo por la premura del tiempo pero que sirven para presentar un programa electoral más creíble que el pueda presentar Podemos a su izquierda o incluso ese votante de centro que duda entre los socialistas y Ciudadanos. Entre las principales medidas están la sustitución de las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla, un plan para sacar los retos de las víctimas del franquismo de las cunetas donde fueron asesinados, y en general todos los presupuestos generales que no pudieron aprobar en el Congreso relativos a temas laborales, de dependencia o las subidas de las pensiones.

El disparo de salida fue el discurso de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso para explicar todo lo que perdían los colectivos más vulnerables de la sociedad con la no aprobación de esos Presupuestos, incluidos los catalanes por la negativa de los independentistas a apoyarles. Después llegó la visita del ministro de Interior Grande-Marlaska a Ceuta para anunciar la sustitución de las vallas con concertinas por otras más altas pero menos peligrosas para la salud de los inmigrantes. A continuación el Ministerio de Justicia, que dirige la fiscal Dolores Delgado, explicando por boca de su director general de Memoria Histórica, Fernando Martínez, todo lo que intentan hacer para resolver de una vez por todas la reapertura de las cunetas donde fueron muertos miles de personas durante el franquismo.

Si Pablo Iglesias -tras la derrota de la izquierda en Andalucía- instó a sus militantes a salir a la calle contra la ultraderecha, cosa que no ha conseguido, ahora Pedro Sánchez quiere convencer a esos mismo s votantes que lo que quieren hacer lo puede conseguir el PSOE si logra los escaños necesarios para seguir cuatro años más en la Moncloa. Si, de paso, consigue también unos cuantos votos más de los que aún dudan entre Ciudadanos y socialistas, mejor que mejor.

El líder del PSOE lo tiene más difícil en el tema catalán, donde la derecha va a intentar poner el foco de la campaña electoral con los conocidos eslóganes de que Pedro Sánchez quiere pactar con los independentistas y que se niega a aplicar el artículo 155 a pesar de la deriva del govern de Quim Torra. Su mejor réplica está en comparar lo que ha hecho el gobierno socialista con lo que realizó el de Mariano Rajoy que sólo intervino la autonomía catalana cuando no tuvo más remedio y con el apoyo de los socialistas, pero está claro que hay una parte importante de la sociedad española que va a poner su voto en favor de la unidad de España, como ya ocurrió en las elecciones andaluzas, aunque no está claro si esa papeleta va a ir a Ciudadanos, al PP o a Vox.

Una subida importante de Voz, se habla por encima de los 25 escaños, provocaría seguramente una caída sin precedentes del PP e incluso del propio Casado, y una victoria a los puntos de Albert Rivera lo que podría llevar finalmente a un gobierno PSOE-Ciudadanos en el cual ambos partidos tendrían que dejar de lado gran parte de su promesas electorales más radicales. Previendo este panorama, la presidenta socialista, Cristina Narbona, ha escrito a Albert Rivera una misiva pidiéndole cordura y que recapacite sobre su negativa a pactar un gobierno de centro