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Arrimadas: ¿Presidenta del Congreso tras el 28-A?
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Arrimadas: ¿Presidenta del Congreso tras el 28-A?

Por Rafael Gómez Parra
Rivera quiere sacar a Arrimadas de un Parlament catalán "congelado" por Torra. El líder de Ciudadanos podría proponerla como presidenta del Congreso en una solución a la andaluza tras las elecciones del 28 de Abril

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os de los principales dirigentes de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas y Juan Carlos Girauta, números uno de las listas al Parlament y al Congreso español por Barcelona, respectivamente, abandonarán Cataluña para hacer política en Madrid, la primera suena ya como cabeza de la lista de Barcelona a las generales del 28 de abril y el segundo se ha ido a vivir a Toledo donde presentará su candidatura. Para sustituir a Arrimadas parece que Albert Rivera se inclina por la senadora Lorena Roldán.

El líder del partido naranja podría proponer a Arrimadas para la Presidencia del Congreso en una posible pacto con el PP, al estilo del que se ha hecho en Andalucía, tras las las elecciones del 28 de abril.

En la decisión final que la dirección de Ciudadanos tomará en breve pesan dos circunstancias especiales, la primera que el Parlamento catalán está congelado por los independentistas y que Inés Arrimadas no puede ejercer su papel de portavoz de la oposición, además de la necesidad de ir dando oportunidades a otras personas del partido naranja que está falto de dirigentes conocidos.

Frente a esta opción que baraja Albert Rivera está la del secretario general José Manuel Villegas que cree que sacar a la catalanajerezana de Cataluña sería un error: “Inés está cumpliendo un papel fundamental para nosotros en Cataluña; la prioridad de Ciudadanos y de la propia Inés Arrimadas es Cataluña (...) y por tanto va a seguir liderando a los catalanes que queremos seguir siendo catalanes y españoles”, dijo Villegas en los pasillos del Congreso, cuando los periodistas le preguntaron sobre los rumores del desembarco de la líder de Ciutadans.

En las últimas elecciones catalanas, celebradas el 21 de diciembre de 2017, Inés Arrimadas consiguió más de 1,1 millones de votos, 160.000 más que JuntsxCat de Carles Puigdemont y 1273.000 por encima de la Esquerra Republicana de Oriol Junquera. El PSC de Miquel Iceta solo logró 600.000 votos, la mitad que Ciutadans, y En Comú, de la alcaldesa Ada Colau, se quedó en 326.000 votos. La CUP, cuyos 4 diputados siguen siendo básicos para la victoria parlamentaria independentista, sumó 196.000 votos poco más de los 185.000 del PP.

Los comicios se celebraron ya en plena crisis catalana tras la aplicación, por parte del gobierno de Rajoy, del artículo 155 que suspendía la autonomía catalana y ya con Puigdemont instalado en su exilio belga de Waterloo por lo que la elección del nuevo president se fue alargando hasta el 17 de mayo de 2018, fecha en la que tomó posesión de su cargo Quim Torra, momento en que prácticamente el presidente del Parlament, Roger Torrent, clausuró las actividades normales de la cámara legislativa por lo que la labor de Inés Arrimada quedó relegada prácticamente a los actos públicos en Cataluña, como la retirada de lazos amarillos en los lugares públicos y las manifestaciones en favor de la unidad de España.

Arrimadas fue muy criticada, en un primer momento, por otros partidos constitucionalistas como el PSOE o el PP, por no atreverse primero a presentar su candidatura para presidir el gobierno catalán, cosa que era prácticamente imposible frente a la mayoría independentista, y posteriormente por no presentar una moción de censura contra Quim Torra, que tampoco podría haber salido adelante sin que al menos la CUP se hubiera siquiera abstenido.

Las próximas elecciones catalanas, previstas para finales de 2021 quedan muy lejos y en medio se habrá conocido ya la sentencia del Tribunal Supremo contra los ex miembros del Govern de Puigdemont que proclamó la independencia.