Díaz y Sánchez se declaran la guerra y amenazan con golpes bajos
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Díaz y Sánchez se declaran la guerra y amenazan con golpes bajos

martes 28 de marzo de 2017, 21:59h

Basta con ver y oír lo que han dicho en el pasado fin de semana - y sus reacciones sobre la financiación de sus campañas - los tres aspirantes para comprobar que la agresiva campaña electoral de las primarias socialistas que están llevando a cabo los seguidores de Pedro Sánchez hace que en las redes sociales se encuentren los siguientes adjetivos dirigidos a los que apuestan por Susana Díaz: "golpista", "traidor". Son los más suaves. La inevitable guerra civil a la que se ve abocado el PSOE ya ha hecho que veteranos militantes, que han compartido proyectos y objetivos, no se hablen o que se miren con recelo cada vez que se encuentran.

Un ejemplo: el actual alcalde y sus dos antecesores de una importante localidad madrileña, un territorio en el que la lucha entre municipios gobernador por los socialistas no ha hecho más que comenzar, se hablan pero no se entienden; y eso es algo que salta a simple vista viendo dónde se han posicionado los primeros ediles de Coslada, Alcalá, Fuenlabrada y Getafe, y dónde están los de Móstoles, Soto del Real y una parte muy importante de la capital; con Tomás Gómez, Maru Menéndez, José Cepeda, Juan Segovia y Antonio Miguel Carmona dispuestos a vencer a Pedro Sánchez a cualquier precio.

Es lo que está pasando en Asturias entre el presidente del Principado, secretario general del PSOE autonómico y presidente de la Gestora, y una de las más firmes y duras defensoras del ex-secretario general: las relaciones entre Javier Fernández - que no puede mostrarse más moderado - y su compañera Adriana Lastra invitan a pensar que tras el Congreso de junio será muy difícil que no afloren los cuchillos en el Principado.

Si el 21 de abril el Comité Ejecutivo convoca oficialmente las primarias, habrá diez días para presentar los avales - con un mínimo de 9.000 que los tres candidatos cubrirán de sobra - veinte más de campaña y aproximadamente entre el diez y el quince de mayo se proclamarán los resultados.

De esas fechas al 17-18 de junio con el Congreso Federal y la aparición de una nueva Ejecutiva que sustituya a la Gestora. Sea quien sea el ganador será muy difícil, por no decir que imposible, que no se hable de venganzas y de ajuste de cuentas entre los dirigentes que hayan ganado y los que hayan perdidos, sobre todo porque con los datos en la mano ninguna candidatura habrá ganado en todos los sitios, ni tendrá el apoyo de todas las Federaciones.

Los datos que manejan dede la Gestora y desde la candidatura de Susana Díaz es que la presidenta andaluza puede ganar en votos con más del cincuenta por ciento de los que acudan a las urnas, mientras que el otro 50% se lo repartirán casi a partes iguales Pedro Sánchez y Patxi López.

Cosa bien distinta es lo que ocurrirá por Federaciones sin tener en cuenta el número de militantes que hay en cada una de ellas. En este terreno Díaz y Sánchez están empatados, con López pisándoles de los talones.

De las 17 Federaciones y sin contar Ceuta y Melilla, el ex secretario general puede ganar en Navarra, en La Rioja, en Murcia y en Cantabria.

La líder andaluza ganaría en su tierra, en Castilla la Mancha donde Emiliano Garcia Page mostrará su fortaleza, en la Comunidad Valenciana pese a las disputas entre Ximo Puig y el histórico Vicent Garcés; y en Extremadura con Guillermo Fernández Vara y la ex alcaldesa Carmen Heras.

El dirigente vasco lo haría en Euskadi tras los esfuerzos de Idoia Mendía y Jesús Eguiguren, en Baleares con Francia Armengol, y en Madrid con el apoyo de Sara Hernández y Manuel Robles.

En las seis Federaciones restantes los resultados serán muy ajustados, sin claro favorito: en Asturias lo normal es que se alce con la victoria Susana pero la posición de Adriana Lastra puede hacerle a Sánchez ponérselo muy difícil.

En Castilla y León el reparto se va a dar por provincias con Valladolid, Burgos y Zamora a favor de Sánchez y el resto más volcado con Díaz a través de Julio Villarrubia y Pedro Múñez en Avila, Juan Luís Gordo en Segovia y José Antonio Díez en León, e incluso con López haciendo de balanza entre los otros dos. El enfrentamiento entre Luis Tudanca y Soraya Rodríguez es otro de los factores que hará muy difícil la firma de la paz tras el Congreso Federal.

Es lo que tienen las guerras civiles en los partidos, que se pasa de la ideología y los proyectos a la animadversión personal y los insultos, una línea de la que es muy difícil regresar.

En Galicia, dividida y en manos de una Gestora tras las peleas que llevaron a la dimisión del secretario general, de las cuatro provincias, dos estarían con Susana y otras dos con Pedro. La primera cuenta con los apoyos de Coruña y Pontevedra; y el segundo con Lugo y Orense. La victoria de una u otro dependerá de ese árbitro en que se ha convertido Patxi López, y de la capacidad de arrastre que tengan los ex ministros Abel Caballero y José Blanco.

En Aragón, pese al esfuerzo del polémico presidente Lambán, a Díaz le va a costar vencer y por el mismo efecto: la diferencia de "sensibilidades" entre las 3 provincias y sobre todo tras la polémica con los alcaldes de Valladolid, Oscar Puente, y Jun, Antonio Rodríguez Salas, que desató el tuit de la aragonesa Laura Seara sobre la "fealdad" de sus dos compañeros y el apoyo que muestran hacia Sánchez. Una broma convertida en rencilla entre compañeros.

Si en Baleares parece decidida la victoria de Patxi por el apoyo que ha recibido de Francine Armengol con sus dos compañeros peleando por la segunda posición; en Canarias todo indica que Susana ganará en todas las islas menos en Tenerife, que parece decantada a favor del "rebelde" Pedro.

En Murcia, quien será crucial para los resultados será Roberto Garcia, que parece decantado a favor de la presidenta de la Junta.

El ex lendakari puede conseguir que el reparto de votos en la Comunidad madrileña sea en tercios, con la posibilidad real de que la candidata andaluza aparezca en tercera posición. Será un combate a resolver por escasas diferencias. Y algo similar ocurrirá en Cataluña, con el PSC de Iceta colocando una vela a cada uno de ellos, algo muy en la tradición del socialismo catalán.

Gracias a la moderación con la que aparece y su historia dentro del PSOE, Patxi López es el candidato que está en todos los territorios al haberse situado en la zona central del debate.

Es también el que menos problemas representará sea cual sea el resultado. Su victoria sería una sorpresa pero en todo caso él y sus seguidores se mantendrán en el partido y formarán mayoría con Susana Díaz y los suyos, puede que con él como presidente de la misma forma que lo fue en el inicio de la Transición Ramón Rubial .

Más difícil lo tendrían con Sánchez de vencedor dada la ruptura que protagonizaron al lanzar sus candidaturas, partiendo ambos de su posición frente al PP con el "no es no".

Los temores entre los dirigentes están más que fundados. La mayoría apuesta por la victoria de la presidenta de la Junta de Andalucía pero no descartan sorpresas desde las bases, y sobre todo creen que Pedro Sánchez, si pierde, no estará dispuesto a arrojar la toalla.

Le ven más que dispuesto a desatar una guerra civil y a negociar acuerdos con otras formaciones a niveles autonómicos allí donde se haya alzado con la victoria. Mientras que Pedro Sánchez no se juega nada y Patxi López no representa ningún problema, Susana Díaz, de perder, estaría entregando el gobierno de Andalucía al PP en las siguientes elecciones autonómicas. Con ella el PSOE se está jugando mucho más que el cargo de la Secretaría General. Lo saben todos.

Si unos ven inevitable la confrontación hasta mediados de mayo e incluso tras el 39 Congreso de mediados de junio, otros quieren cortar de raíz el futuro de Pedro Sánchez empezando por la financiación de su campaña desde Bancal de Rosas, la fórmula que se han inventado su trio de asesores y negociadores - Santos Cerdán, Francisco Salazar y Andrés Perelló - para no dar los nombres de los donantes, algo que está fuera de la ley de financiación de los partidos políticos. La excusa se acabará en la primera semana de abril y tendrán que aparecer los contribuyentes de los cien mil euros recaudados.

Con Susana Díaz arropada por toda la vieja guardia ( menos sus dos mentores andaluces Chaves y Griñán ) con Felipe González y Alfonso Guerra al frente, sus dos rivales tienen muy difícil competir con la poderosa maquinaria y con las propuestas políticas que ha elaborado Eduardo Madina, y con las económicas que ha coordinado José Carlos Díez, el nuevo gurú del PSOE tras la entente de Pedro Sánchez con Jordi Sevilla. Socialdemocracia liberal en lugar de liberalismo socialdemócrata. El orden de factores da el mismo resultado.

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