Fito Páez, un compañero de clase asesinó a sus abuelas hace 30 años

Fito Páez, un compañero de clase asesinó a sus abuelas hace 30 años

lunes 07 de noviembre de 2016, 12:33h
Páez y de Giusti se conocieron en la escuela secundaria Dante Alighieri en Rosario (Argentina), donde ambos estudiaban música. Fito Páez tocaba el piano y vivía con su padre y sus abuelas mientras que Walter De Giusti tocaba el bajo en una banda de
heavy metal

Ete lunes se cumplen 30 años del asesinato de las abuelas del músico Fito Páez, llevado a cabo en Rosario (Argentina) por el psicópata Walter De Giusti el 7 de noviembre de 1986.

Páez y de Giusti se conocieron en la escuela secundaria Dante Alighieri en Rosario (Argentina), donde ambos estudiaban música. Fito Páez tocaba el piano y vivía con su padre y sus abuelas mientras que Walter De Giusti tocaba el bajo en una banda de
heavy metal.

Páez continuó sus estudios de música y se convirtió en cantautor y compositor e integrante de la generación de músicos de Rosario, la llamada Trova rosarina, siendo considerado uno de los más importantes exponentes del rock argentino.

Con más de 30 años de trayectoria, su obra musical está compuesta por 22 álbumes de estudio, un maxi sencillo, cuatro álbumes en directo, tres DVD, 12 álbumes recopilatorios y numerosas colaboraciones junto a destacados artistas internacionales.

Por su parte, a De Giusti no le fue tan bien como a su antiguo compañero de secundaria, ya que el 31 de octubre de 1986 inició una oleada de asesinatos junto a su hermano menor, Carlos Manuel De Giusti, acabando con la vida de dos mujeres a golpes y puñaladas.

Una semana después, el 7 de noviembre de ese mismo año, volvió a cometer otro crimen, esta vez asesinando a las abuelas de Fito Páez. Las víctimas fueron su abuela paterna, Belia Delia Zulema Ramírez de 76 años; su abuela materna, Josefa Pérez de 80 años; y la empleada doméstica de la casa Fermina Godoy de 33 años, la cual estaba embarazada.

Las tres fallecieron a causa de heridas de bala y arma blanca en una antigua casa en Rosario en la que se había criado Páez con sus dos abuelas, siendo estas las encargadas de cuidar del músico argentino.

El crimen se destapó gracias a las declaraciones de una mujer de la zona y fue en ese momento cuando la policía allanó la casa de De Giusti, donde encontró la prueba de una grabadora que Páez le había regalado a una de sus abuelas.

Tras declararse culpable el 24 de agosto de 1987 del quíntuple asesinato, el juez le condenó a cadena perpetua en la cárcel de Coronda, en la provincia de Santa Fe (Argentina).

LIBERTAD CONDICIONAL Y VUELTA A PRISIÓN

No obstante, nueve años después, en 1996, la defensa de De Giusti pidió reducir la pena y consiguió fijarla en 25 años de condena. Más adelante, el psicópata contrajo el virus de la inmunodeciencia humana (VIH), y su defensa solicitó que el asesino cumpliera la condena en su casa.

Tras un examen médico, los forenses le informaron al juez de que De Giusti, además de enfermo, estaba prácticamente ciego, factor clave para que el magistrado dispusiera el arresto domiciliario.

Sin embargo, en 1998 el suceso volvió a captar la atención de la gente después de que un vecino asegurara que lo había visto paseando por las calles además de frecuentar un bar, hecho que confirmó el propietario del local.

Asimismo, varios testigos declararon que lo habían visto conduciendo un vehículo, prueba definitiva para que De Giusti volviera a ingresar en prisión el 3 de junio de ese mismo año para cumplir su condena.

Encontrándose interno en la cárcel de Rosario, y al empeoramiento de su estado de salud, el psicópata fue derivado al Sanatorio Americano de la ciudad donde finalmente falleció el 12 de junio de 1998.


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