Las universidades públicas madrileñas arrastran una deuda de 445 millones

El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Madrileñas y rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Andradas, ha señalado este miércoles que las universidades públicas madrileñas tienen una deuda de 445 millones de euros derivada de los planes de inversiones previstos entre los años 2007 a 2011.

Así lo ha trasladado Andradas a los cuatro grupos parlamentaria de la Asamblea de Madrid durante su comparecencia ante la comisión de educación y deporte. "El Gobierno es consciente de esto y estamos trabajando para ver que se puede hacer frente a esta cantidad", ha trasladado el presidente de la CRUM.

Asimismo, ha señalado que "estas cantidades aparecían en planes que al ser firmados se consideraban importantes entre los años 2007 y 2011" y que si "entonces eran importantes ahora lo son más". "Vamos con una década de retraso con las cosas que se tenían que hacer en 2007", ha sentenciado.

A su parecer, la región necesita "avanzar hacia un modelo de financiación que permita una planificación plurianual con presupuestos suficientes" para que, de esta manera, las universidades puedan "hacer políticas académicas y apuestas estratégicas a largo plazo".

En este punto, ha hecho hincapié además en que sería necesario impulsar un "plan de inversores de infraestructuras" ya que hay necesidades de equipamientos que hay que contemplar.

Por otra parte, Adradas ha trasladado que "en el año 2010 la Comunidad destinaba a las subvenciones nominativa de las universidades 1604 millones de euros, en el año 2015 era de 821 millones de euros y en este año es de 866 millones" pero ha incidido en que esta subida "sin embargo está situando a las universidades en un nivel parecido o por debajo de lo que había en el 2015".

El presidente de la CRUM ha señalado que esta subida se destina a cubrir el aumento del 1 por ciento en el salario de los empleados públicos, la devolución del 25 por ciento de la paga extra de 2012 y a la partida que compensa la bajada de un 10 por ciento de las tasas universitarias.