Por casa moderna hoy en día se entiende el hogar clásico extendido a las funcionalidades más actuales, es decir la posibilidad de trabajar o de hacer ejercicio, algo impensable antes. Pero ahora hay que concebir la casa como el espacio polivalente en el que se pueden efectuar muchas actividades diferentes y en el que tanto el anfitrión como los invitados se tienen que sentir cómodos en cualquier momento y habitación.
Empezando por el dormitorio hasta el salón, pasando por el baño y la cocina, ningún espacio de la casa tiene que ser descuidado, puesto que en cada rincón se nota el gusto del anfitrión por la decoración y, de paso, su identidad.
El estilo de las casas modernas tiene muchos elementos a tener en cuenta. El primero es la tendencia a reflejar las últimas tendencias de diseño, decoración e interiorismo. Además de las formas sinuosas de muebles y otros complementos, los colores son un elemento importante a tener cuenta en el hogar moderno: el uso de tintas más vivas y fuertes está muy de moda y el blanco ha pasado a ser sustituido por otro tipo de color y también por unas composiciones artísticas en las paredes. La creatividad del anfitrión se ve en la manera en la que dispone los muebles en cualquier parte de su casa y también en el juego entre luz y colores interiores que quiere dar al conjunto.
Además de los colores, la forma de los muebles tiene un papel importante, así como la disposición de los mismos para asegurar la máxima funcionalidad y el mejor movimiento posible de las personas que ocupan las habitaciones. Por ejemplo, en el salón es crucial elegir el tipo de mesa y su posicionamiento, para poder después seleccionar las sillas alrededor y elegir en qué parte del salón poner el sofá, otro elemento clave.
Lar armonía cromática y estilística, el juego de los colores y la funcionalidad de todos los complementos están a la base de la composición del hogar moderno, un espacio multiforme y flexible, que va más allá de las clásicas concepciones de simple cobijo y de dormitorio.
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