www.cronicamadrid.com

Pedro Sánchez, primer asalto

Todo por España nada por Rajoy
Ampliar

Todo por España nada por Rajoy

martes 01 de marzo de 2016, 21:48h
En su primer asalto constitucional al poder Pedro Sànchez colocó a España en el centro de su discurso, ofreció rodo tipo de generalidades en materia polïtica, económica, social, cultural y hasta deportiva; y recibirá en respuesta lo esperado: tantos noes como para repetir la experiencia el viernes por la noche y comprobar que los votos y los escaños son la realidad, la fea realidad.

El secretario general de los socialistas hizo un buen discurso de estado si lo que no estuviera en juego cuera el estado mismo. Mientras el desgranaba las medidas de su posible gobierno con Ciudadanos, en Cataluña decidian dar màs pasos hacia la independencia y desde el gobierno del PP " liberaban" a Arnaldo Otegui para eobarle una buena porción de presencia en los medios de comunicación. Nada se deja al azar y la comedida reacciön del portavoz parlamentario popular, Rafael Hernando, ha estado más dirigida hacia Albert Rivera y hacia la oposición interna en el PSOE, que a las palabras del candidato.

Sánchez me ha recordado a don Juan de Borbón - mencionò varias veces a su nieto - cuando renunció a su legitimidad histórica ante su hijo con estas palabras: " por España, todo por España". El conde de Barcelona se echaba a un lado para no estorbar a Juan Carlos I, no creo que el lider del PSOE estè pensando lo mismo. Sus referencias al païs iban muy ligadas a sus ataques a Mariano Rajoy y a la corrupción, algo que el presidente en funciones le devolverá recordándole la lista de imputados e investigados socialistas, con Andalucia a la cabeza.

Deade el PSOE y con la total complicidad del presidente del Congreso se queria mantener a su " jefe" como eje del debate polïtico durante toda la semana y que la oposición subiera lo más tarde posible a la tribuna del Congreso para que la ultima cotación, la que dará paso a otros dos meses de negociaciones no fuera hasta el sàbado. Trucos parlamentarios de escaso recorrido, tal y como hemos visto.

Ya sabemos que los 123 congresistas del PP van a decir no. Y que Podemos y sus aliados van a hacer lo mismo. Puede que la parlamentaria de Coalición Canaria diga si o se abstenga, poco variarà el resultado. Y lo poco interesante de este combate en la Carrera de San Jerónimo estará en lo que digan y hagan los nacionalistas vascos y catalanes, muy, muy proclibes a mantener su no.

A partir del lunes Mariano Rajoy terminará se deshojar su propia margarita: ir o no ir a su investidura. Antes, Patxi Löpez se presentará en Zarzuela, le informarà oficialmente al Rey de lo sucedido y habrà que esperar a que Felipe VI se reuna con el pfesidente del PP para ver si vemos otro combate con los mismos o parecidos resultados. Màs burocracia parlamentaria e institucional para que los españoles terminen aburridos y preparados para admitir pactos, acuerdos y promesas que a finales de diciembre no querían.

Tanto a Sànchez como a Rivera les estorba Mariano Rajoy. El primero lo tiene imposible, el segundo se sentarà a hablar en esos dos meses que se abren. Su papel, el de Rivera, es de enlace entre las dos Españas, esas que apenas han cambiado desde el inicio de la democracia: independentistas en torno a los 30 escaños, la derecha en torno a los 160¡ y la izquierda en las mismas cifras. Sumen ustedes los fondos al margen de las caras y las siglas y comprobarán que en esas estamos.