Con la fecha del 2 de marzo como inicio de la investidura del socialista, desde Podemos le han lanzado el esperado órdago al que Sánchez sólo puede decir no. Un no rotundo y una evidencia: Pablo y los suyos quieren que se repartan de nuevo las cartas, que haya nuevas elecciones, convencidos de que mejorarán sus resultados y que, con la ayuda de IU en una candidatura conjunta, lograrán lo que no consiguió Julio Anguita: el " sorpasso" sobre el PSOE.
Puede hasta parecer que la famosa " pinza" que hicieron sobre Felipe Gonzalez el,ex alcalde de Córdoba y José María Aznar la estén reeditando Iglesias y Rajoy con Rivera como interesado y oportuno testigo. Podemos ha conquistado un suelo gracias a quitarle los votos a Izquierda Unida. Si quiere romper el techo, su techo, no tiene más remedio que romper al PSOE y " robarle" su actual espacio.
Con el programa de máximos que han presentado no parece que vayan a conquistar a la clase media,,pero en ese territorio el gobierno popular de Rajoy les ha hecho un favor al empobrecer a esa parte de la sociedad, " proletarizándola" hasta grados que no se conocían desde el inicio de la transición democrática.
Es muy posible que los cuatro grandes jugadores del tablero político y los partidos nacionalistas que les observan cuenten con que el reloj electoral puede girar y girar hasta el inicio de mayo, al igual que ha pasado en Cataluña, y que en ese ültimo instante y a la vista de las opiniones ciudadanas que arrojen las encuestas se consiga un gobierno in extremis de PSOE y Podemos; e incluso que pasado el minuto cero y convocada la cita con las urnas, Rajoy imite a Más y ceda su candidatura.
Las combinaciones posibles siguen siendo las mismas. Ninguno quiere mostrar su juego y mucho me temo que vamos a tener que esperar 180 dias para que todo vuelva a empezar casi de la misma manera. Es decir: nadie tiene mayoría absoluta, nadie quiere ceder en sus aspiraciones, cada uno plantea sus peculiares " imposibles" y Europa se pone de los nervios por lo que pasa con su costado del Mediterráneo.