A reina ' muerta' reina puesta
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A reina " muerta" reina puesta

lunes 15 de febrero de 2016, 23:04h

En 24 horas Mariano Rajoy ha cambiaso el Partido Popular de Madrid. La doble dimisión de Esperanza Aguirre e Ignacio González, presidenta y secretario general, era una amenaza más en la ya endeble estructura de la organización por la suma de escándalos que terminaban con el registro de la sede de la calle Génova. Ya se sabe que el refrán " a Rey muerto, Rey puesto" se aplica también entre el pueblo llano.

La número dos del partido era partidaria de adelantar lo que se habría producido en el futuro Congreso Nacional, que Cristina Cifuentes tomara el mando a través de la presidencia de la gestora cuya labor puede durar varios meses y que, si se convocaran nuevas elecciones generales, será la en argada de elaborar las listas electorales de Madrid.

Al lado de Cifuentes va a estar todo un clásico del aparato del PP, Juan Carlos Vera, que ya fue el director de la campaña autonómica y que conoce a la perfección los entresijos del partido y que deberá " cambiar" los equilibrios internos populares en cada uno de los municipios de la Comunidad.

Con todo el poder en sus manos, el territorial de la Autonomia y el territorial del partido, el futuro político de Cristina se consolida y ya aparece como una de las principales candidatas para " suceder" a Rajoy si fuese necesario. Ha sido capaz de mantener al PP en el poder en Madrid a través de un difícil pero exitoso pacto con Ciudadanos, tiene una imagen más abierta y liberal que su antecesora y que la mayoría de dirigentes de su partido. Y ha conseguido algo que le falta al palacio de La Moncloa: una política de comunicación directa y eficaz de la mano de su hoy jefa de Gabinete, Marisa González.

La apuesta obligada es cambiar el partido y devolverle a su mejor versión, la que le permitió ganar y gobernar en más del ochenta por ciento de los municipios, incluidos aquellos que tradicionalmente habian votado a la izquierda dentro del gran cinturón industrial que rodeaba la capital.

La carrera política de Cristina Cifuentes es larga, muy larga. Comienza a los 16 años en las juventudes de la desaparecida AP, discurre por la Universidad Complutense de la mano del que fuera rector y consejero de Educación, Gustavo Villapalos, para aterrizar en la Asamblea de Madrid, desde cuyo puesto de vicepresidenta pasó a delegada del Gobierno en la Comunidad.

Pese a sus diferencias con el ministro Fernández Diaz, desde la dirección nacional del PP la ven como la mejor apuesta para intentar mantener el poder en una región tan difícil y emblemática como la madrileña. Lo consigue. Era cuestión de meses que desplazara a Esperanza Aguirre. La dimisión de la " baronesa" ha facilitado el relevo. A sus 51 años y tras sortear a la muerte en su accidente de moto en el paseo de la Castellana, la siguiente parada está en la política nacional, un territorio donde las batallas son aún más duras.

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