Si Mariano Rajoy no puede ser presidente y no quiere someterse al tormento de una investidura; y si Pedro Sánchez quiere someterse a ese proceso para ver si consigue lo imposible, que es formar una mayoria inestable que le mantenga dos años en La Moncloa y le aleje de los fantasmas de la guillotina interna de su partido, pero no consigue los necesarios votos del PNV o Esquerra para salir elegido en segunda votación; lo que debe hacer Albert Rivera es cortar el nudo Gordiano que mantiene atada a la polītica española y presentarse como candidato.
El līder de Ciudadanos no conseguirïa los votos que le llevarïan a la presidencia del gobierno pero se apuntarīa dos puntos importantes delante de los ciudadanos: les explicarïa con detalle lo que quiere hacer y no puede con sus 40 parlamentarios al mismo tiempo que obligarïa a sus rivales a pronunciarse sobre su programa ante toda España. Y, por supuesto, harīa un servicio al païs y a la Corona pues empezarīa a contar el tiempo para celebrar nuevos comicios.
Esa maniobra de Rivera dejarīa muy tocado al PP de Rajoy y al PSOE de Sánchez, y también a Podemos y a su gran rival, Pablo iglesias. Para lograrlo tiene que convencer al Rey, pactar el calendario con Pachi López y preparar un paquete de medidas económicas y sociales que le sirviera de arranque para la nueva campaña electoral.
Esta es la opción cero de nuestra polītica, una forma de romper el esquema que se han elaborado los dos grandes partidos para intentar mantener su hegemonīa. Utilizar la democracia para abrir se verdad la democracia, que es lo que han expresado los españoles en las urnas .
La fórmula de la falsa investidura puede que sea la única salida constitucional que le queda al Sistema para evitar meses de gobierno en funciones, son que se pueda controlar al Ejecutivo, que éste tenga las alas cortadas para proponer y aprobar leyes, que nuestra capacidad internacional se recorte en aquellas zonas que eran " españolas" hasta hace dos dias, como es el caso de Cuba con Francia, y que ni siquiera el Rey pueda viajar al extranjero como estâ previsto que haga Felipe VI al Reino Unido.
De los cuatro dirigentes que pueden aspirar a ese encargo, es Rivera quien mejor lo tiene para asegurarse un futuro. Se le ve como ejemplo de un derecha moderada y liberal, sin ataduras del pasado, ni escándalos que le aten. Jugada a cuatro meses vista, tiempo para reforzar su imagen, para buscar un mejor resultado, impedir que le absorva el PP en un abrazo del oso, y conseguir en las urnas lo que no consiguió el 20 de diciembre.
.jpg "La opción cero de Albert Rivera")
