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Piscinas naturales, la otra playa

Piscinas naturales, la otra playa

Llega el verano y es inevitable pensar en disfrutar de un chapuzón en una de las playas de las maravillosas costas españolas, pero para aquellos que buscan relajarse en las zonas de interior, existe una alternativa perfecta: las piscinas naturales, que nada tienen que envidiar a las largas tardes al sol tumbados en la arena.

Estas piscinas son un recurso de la naturaleza que nos brinda la oportunidad de refrescarnos en verano rodeados de sol, agua y buena compañía, sin coste alguno o a precios muy bajos.

Lejos de las masificaciones, el ruido de las ciudades y las baldosas azules de las piscinas municipales, las piscinas naturales permiten combinar un día de desconexión sin prescindir del baño, pues en la mayoría de ellas se puede disfrutar de 'chiringuitos playeros', merenderos, e incluso algunas están habilitadas para poder hacer barbacoas, con excursiones a localidades cercanas.

Se las llama piscinas naturales porque, por lo general, el agua es muy refrescante ya que procede de manantiales o del deshielo de las montañas, lo que permite a sus bañistas disfrutar unas aguas cristalinas, puras y sin tratar por el ser humano. "Una recarga de energía", aseguran los que ya lo han probado.

UNA PISCINA NATURAL CERCA DE TI.

Las Presillas es uno de los lugares preferidos por los madrileños y residentes en los alrededores de la Comunidad de Madrid. Situadas en la parte norte de la Sierra madrileña, el río Lozoya se detiene por un momento para deleitar a los bañistas con sus frías aguas. Y es allí, entre una verde pradera rodeada de montañas, donde se encuentra el pequeño oasis de la capital.

La Garganta de los Infiernos en Cáceres, situada en el Valle de Jerte, es otro regalo de la naturaleza para aquellos del este del país. Una ruta espectacular que culmina con los denominados "pilones", unas pozas naturales creadas por la erosión del tiempo donde poder sumergirte en un paisaje de ensueño.

Las piscinas naturales de Arenas de San Pedro en Ávila es otro de los parajes naturales óptimos para disfrutar del verano. El río arenal baña esta pequeña zona donde, acompañados de las truchas y demás habitantes del río, los visitantes puede disfrutar de unas aguas cristalinas en la mejor compañía.

Las Chorreras de Cuenca es un paraje natural con un acceso solo apto para aventureros. El tío Cabriel se luce en esta zona donde sus aguas se entremezclan entre pozas, rápidos y cascadas para el disfrute de sus bañistas.

Las piscinas naturales de Letur, en Albacete, es un espacio de tradición árabe donde se puede "ver y escuchar" el agua en plena acción. Sumergida en un particular pueblo de la región de carácter árabe-medieval es una opción perfecta para combinar una visita refrescante y cultural a su vez.

Éstos son solo unos ejemplos de las decenas de piscinas naturales que podemos encontrar a lo largo y ancho del país. Con los numerosos ríos que cuenta España es fácil saber dónde buscar una piscina cerca de ti.

RÍOS COMO CAUCES DE INGRESOS.

Los pueblos de los alrededores que albergan las piscinas naturales tienen el privilegio de contar con una fuente de ingresos extra: el turismo. Gran parte de España está bañada por los mares Mediterráneo, Cantábrico y Atlántico, sin embargo, gran parte de su población vive en el interior del país y ha de desplazarse cientos de kilómetros para poder disfrutar del mar.

El clima del país hace que sus veranos sean especialmente calurosos y son muchos los españoles que buscan en las playas y piscinas el refugio a esas altas temperaturas. Cuando el mar queda lejos, las piscinas naturales son la opción perfecta para aliviar ese calor y disfrutar de la naturaleza rodeado de la mejor compañía.

Gracias a esos desplazamientos, los pueblos del interior obtienen numerosos beneficios porque aunque la mayoría de ellas son de uso gratuito, el atractivo turístico de la zona hace que turistas y vecinos de pueblos aledaños dejen parte de su economía en los comercios de la zona.

Además, estas piscinas naturales suelen estar regentadas por los ayuntamientos o municipios donde se encuentran, y éstos son los responsables de mantener sus accesos limpios, del cuidado de las zonas de baño y, en numerosas ocasiones, de controlar la entrada, salida y aparcamiento de vehículos en la zona. Todo esto crea en temporada alta empleo para sus vecinos, lo cual es un aliciente muy importante en el actual ciclo económico.

Muchos de los pueblos de interior tienen fuertes ingresos que provienen del turismo rural gracias a la cultura y gastronomía regional y a los alojamientos que éstos ofrecen. El hecho de contar con una piscina natural cerca incentiva el atractivo para esta clase de turismo.

UNA OPCIÓN ECONÓMICA.

Uno de los principales atractivos de las piscinas naturales es su precio económico. Si bien, el acceso a las mismas suelen ser gratuitas y en algunas ocasiones hay que pagar la zona de estacionamiento, pero supone una opción "muy asequible" para los bañistas.

Para las personas de interior, el desplazamiento de cientos de kilómetros para acercarse a las playas más cercanas en verano, supone un gasto elevado que hace mella en las economías familiares, ya que un viaje de varias horas equivale a un gasto elevado en gasolina e incluso en alojamiento.

Sin embargo, a pocos kilómetros de cualquier ciudad podemos encontrar un paraje natural de estas características. Además, los 'chiringuitos' y restaurantes de estas localidades suelen ofrecer precios muy económicos y la opción de hacer una visita cultural gratis por los distintos pueblos de la zona, muy ricos en cultura y tradiciones.

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