Correr para sobrevivir restringió la evolución de la columna vertebral en los mamíferos
jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
Uno de los enigmas de la evolución de los mamíferos, la conservación del número de vértebras del tronco, ya tiene explicación.
Investigadores del Centro de Biodiversidad Naturalis y la Universidad de Utah, en Estados Unidos, indican que esta conservación se debe, probablemente, al papel esencial de la velocidad y la agilidad en la supervivencia de los mamíferos rápidos.
Estos expertos midieron la variación en las vértebras de 774 esqueletos de mamíferos individuales de especies tanto de movimiento rápido como lento y encontraron que una combinación de problemas de desarrollo y biomecánicos impide el cambio evolutivo en el número de vértebras troncales en los mamíferos rápidos y ágiles. En contraste, estos problemas apenas afectan a los mamíferos lentos y robustos, tal y como revela la investigación, que se publica este lunes en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
La columna vertebral del mamífero varía mucho entre las especies, reflejando las distintas adaptaciones a una amplia gama de estilos de vida, desde la madriguera en el caso de los topos al vuelo de los murciélagos. Sin embargo, como regla general, el número de vértebras del tronco varía poco entre la mayoría de las especies.
La columna vertebral y su alto potencial evolutivo se considera que es de vital importancia para la evolución de los vertebrados. Los autores proponen, por razones biomecánicas y de desarrollo, que el cambio evolutivo es prácticamente imposible en los mamíferos rápidos y ágiles y que sólo afecta marginalmente a las especies lentas y robustas.
La razón es que se necesitan varias mutaciones para cambiar el número de vértebras del tronco, con mutaciones individuales que llevan a vértebras irregulares de transición lumbosacra que se fusionan incompleta y asimétricamente con el sacro. Estas articulaciones lumbosacrales irregulares reducen la flexibilidad, lo que obstaculiza gravemente correr y saltar.
En total, se analizaron 774 esqueletos de 90 especies diferentes de colecciones de nueve museos europeos de historia natural. "La rigidez de la parte trasera de un mamífero es clave para saber si el cambio evolutivo es posible o no", afirma Frietson Galis, uno de los autores del estudio.
"La locomoción de los mamíferos lentos con una espalda rígida sólo se ve marginalmente afectada por las articulaciones lumbosacrales irregulares, pero para los mamíferos que se mueven rápidamente, dichas articulaciones son mortales", continua Clara ten Broek, también autora del estudio.