www.cronicamadrid.com

Sánchez: un líder ligero de equipaje que debe " limpiar" el PSOE

jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h

Pedro Sánchez ha llegado a la dirección del PSOE ligero de equipaje. No tiene equipo propio y debe " limpiar" la imagen de su partido en diez meses, los que van de su elección al mes de mayo del 2015. Ha hecho su campaña interna para convertirse en secretario general apoyándose en los equipos y en las relaciones de algunos barones regionales con o sin mando en plaza. Ese aparente handicap puede ser su mayor tesoro si sabe administrarlo y encuentra en los dirigentes de su partido la suficiente generosidad para no estorbarle en sus primeros pasos.

Tiene apenas diez dias para formar una Ejecutiva Federal que debe reunir tres requisitos esenciales si aspira, de verdad a devolver al Partido Socialista al lugar que ha ocupado durante 35 años: debe inspirar confianza a los ciudadanos en general y a eso que se llama estructura del estado o poderes del estado, en particular, un equilibrio difícil pero imprescindible si quiere sentarse un día en el sillón de La Moncloa; debe estar libre de compromisos pasados, no puede aparecer como un líder débil y atado por los secretarios generales de las distintas autonomías y federaciones, tiene que demostrar que manda y que sabe el camino de un futuro tan inmediato como son las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015; y debe convencer a los votantes, a los que le quedan al PSOE y a todos los que ha perdido por el camino, que para hacer una política social y defender el maltrecho estado del bienestar hay que pensar en Europa, hay que devolver al centro político y ciudadano su carácter de motor económico y que el adversario electoral no es Podemos, ni Izquierda Unida, ni UPyD, ni Ciudadanos, todos los que han "mordido" las carnes de la que fue gran ballena de la izquierda española, que el único adversario es el Partido Popular, y que si no consigue recuperar la credibilidad entre esa amplia y atacada clase media no alcanzará nunca sus objetivos.

Desde que en 2004 se convirtió en concejal del Ayuntamiento de Madrid hasta llegar a su actual condición de diputado en el Congreso, Pedro Sánchez siempre ha estado a las órdenes de alguien, haciendo trabajos internos en el partido o en los grupos parlamentarios, pero nunca como director de orquesta. Es un hombre con suerte al que la NECESIDAD del PSOE de encontrar a un líder sin pasado, pero que cumpliera con algunos de los requisitos que la política de este siglo requiere, le llevó en el pasado diciembre a soñar con la dirección de su partido y a presentarse como el mas idóneo para repetir lo que logró Felipe González antes de ganar por mayoría absoluta: "hacer que el el partido se pareciera a España y no al revés, que es lo que llevó al desastre a Rodríguez Zapatero: intentar que España se pareciera al PSOE", por emplear las palabras de uno de los dirigentes que más han apostado por el ganador del domingo.

En estos seis meses, Sánchez ha conocido a su partido, a sus militantes y a sus dirigentes. Y todos ellos le han conocido a él. Ahora tiene que conocer a los españoles y que estos le conozcan a él y crean que puede ser una opción de futuro. " Tiene lo que hay que tener para ganarle al PP, era el mejor de los tres para conseguirlo, ahora tiene que demostrarlo" , asegura el ex ministro que le ha proporcionado una parte de su antiguo equipo para la campaña de primarias, a quien al preguntarle por su papel o el de algunos dirigentes históricos como Felipe González se limita a recordar lo que hacen los " mirones en el mis: dar tabaco y pagar el café".

A final de mes, con la nueva Ejecutiva Federal formada, habrá demostrado si tiene o no muchas hipotecas. No estaría mal que todos los secretarios generales de las Federaciones pusieran su cargo a disposición del nuevo líder y demostrarán que la renovación no sólo ocurre en los despachos de la sede madrileña de Ferraz y en el Grupo Parlamentario ( donde puede que se mantenga como portavoz Soraya Rodríguez) , que también llega a las provincias donde el desgaste del PSOE es más que evidente.

Le habrá apoyado Susana Díaz pero si se analizan los votos y la militancia en cada Comunidad Autónoma se ve que Andalucía ha sido muy importante pero que Sanchez habría ganado de igual forma. Ahora la presidenta de la Junta, a nivel orgánico, está, debe estar a sus órdenes, y así debe aparecer ante los ciudadanos, al igual que en Asturias y en todos aquellos lugares en los que los socialistas gobiernan. En el resto, lo mejor para su partido y lo más difícil por no hablar de imposible es que se produjeran y se visualizaran una cadena de dimisiones. Sin nadie que se aferrara al poder. Casi un milagro.

Si sucumbe a las presiones internas, si es incapaz de disciplinar al partido y sobre todo a sus dirigentes, si no les convence de que el pasado - bueno y malo - debe quedarse en el baúl de los recuerdos y que para escribir el futuro del socialismo en España se debe convencer a los españoles de que se han pagado todos los errores y se han asumido con generosidad todos los aciertos, si no logra que nuevos rostros representen al nuevo partido - que es lo que logró Felipe González en el año 1982 - alejado de la herencia de la Transición puede que los mas agoreros acierten y Pedro Sánchez sea el primero de una serie de nombres que sucumbirán ante las exigencias de un país que no quiere convertirse en estatua de sal.