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Batacazo de Rajoy y de Rubalcaba

jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
Los dos grandes partidos que han dominado la política España desde el inicio de la democracia se han dado el gran batacazo en las elecciones europeas. El bipartidismo se ha tambaleado. No ha muerto pero de su aplastante dominio ya no existe. Los ciudadanos han castigado por igual al presidente del Gobierno y al líder de la oposición. Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba tienen sobrados motivos para reflexionar
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El Partido Popular ha ganado las elecciones pero ha perdido ocho escaños pasando de 24 que tenía desde 2009 a tan sólo 16. En el PSOE las cosas han ido aún peor: de los 23 conseguidos hace cinco años ha pasado a 14, viendo como por su izquierda tanto Izquierda Unida como Podemos se llevaban esos nueve que ha perdido. Los seguidores de Cayo Lara pueden estar satisfechos al pasar de dos a seis representantes en Estrasburgo, pero la gran sorpresa, el vencedor estratégico de los comicios ha sido Pablo Iglesias que con las siglas de Podemos y sus cinco eurodiputados se ha colocado en cuarta posición por delante de la UPy D de Rosa Diez que sube tres y se coloca en cuatro. Los nacionalistas de CiU y PNV se mantienen en los tres que tenía mientras Esquerra gana uno, Ciudadanos consigue dos, con uno y uno para Los Pueblos deciden y Primavera europea.

El punto más de participación respecto a las elecciones de 2009 hay que atribuirlo a los diez puntos de crecimiento que se ha producido en Cataluña y que explicarían el auge de Ciudadanos y de Esquerra, una noticia que no agradará en nada a los responsables de la Generalitat.

El líder del PP y jefe del Gobierno tendrá que asumir el castigo a su política que le han trasladado las urnas y es posible que la tantas veces anunciada por los medios crisis tenga lugar y haya un importante cambio en las carteras ministeriales. En el otro lado, en el de, socialismo, los ciudadanos les han dicho al número uno y a la número dos del socialismo que no cree en ellos y que deben transformar su partido a fondo y en todas las direcciones. Es muy difícil que Rubalcaba pueda aguantar hasta noviembre, y es así seguro que los ataques internos a su liderazgo comiencen hoy mismo, con peticiones de Congreso extraordinario y elecciones primarias para elegir una nueva dirección.