Gómez declara la guerra al `rubalcabismo´ e insiste en la necesidad de primarias en el PSOE

jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
El debate interno abierto en el PSOE respecto al liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba, ha hecho que Tomás Gómez, secretario general del Partido Socialista de Madrid, haya desenterrado de nuevo el hacha de guerra contra la actual dirección Federal de su partido, aviviando con ello también su particular enfrentamiento en el seno del PSM con los rubalcabistas, entre los que se encuentra el portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky o el diputado Rafael Simancas, que intentan ganar tiempo y alejar el debate sucesorio hasta la Conferencia prevista para después del verano.

Auto convertido en ariete frente a la cúpula de Ferraz, Gómez no alberga duda alguna sobre la inmediatez del "inevitable" cambio de rumbo en la jefatura en el Partido Socialista, percepción, según él, que tiene "todo el mundo", aunque por ahora no señala sus preferencias ( hace 14 meses no dudó en posicionarse junto a Carme Chacón cuando disputó la secretaria general a Rubalcaba) sobre el posible candidato a suceder al actual jefe de filas del PSOE. Su núcleo duro, por ahora, juega al despiste, tanto que mientras el dirigente histórico y presidente del PSM, Juan Barranco habla de la valida de Madina, otro miembro destacado del sanedrín de Gómez, el ex alcalde de Fuenlabrada y actual diputado regional, José Quintana, se pronuncia abiertamente por la opción de Paxi López.

Para los rubalcabistas madrileños, Gómez vuelve a intentar posicionarse en primera línea ante esa todavía hipotética sucesión, si bien el líder del PSM se ha apresurado a negar la mayo, es decir, que albergue el más mínimo deseo de presentarse a unas primarias para elegir al candidato del PSOE a las próximas elecciones generales. Es más, al menos públicamente, insiste en poner en estos momentos como único objetivo de su actuación política el conseguir la presidencia de la Comunidad de Madrid. "Y eso que quede absolutamente claro. El resto, el que quiera, que lo diga y de un paso al frente".

La única idea concreta que la cúpula del PSM prentende fijar es la necesidad de primarias en la elección de candidato y de paso convertir en adalid de las mismas al líder de los socialista madrileño. Un esbozo de defensor de los procesos internos participativos que se ha encargo de dibujar el propio Barranco, señalando a Gómez como el único que hasta ahora ha planteado esta idea con claridad ha sido el secretario general del PSM.

Las andanadas del líder madrileño, han forzado una réplica del rubalcabista (es amigo personal de Rubalcaba) y portavoz municipal del PSOE del Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, quien inisite en que "no es tiempo de primarias" en el PSOE y que el esfuerzo de los socialistas debe estar ahora enfocado en construir una alternativa de gobierno en la próxima Conferencia Política que realizará próximamente el partido.

Una Conferencia que en principio era la fecha clave para hablar o bien de un cambio de liderazgo y de un candidato para las generales, o bien para cerrar definitivamente filas en torno a Rubalcaba y que éste se pronuncie sobre si será él quien concurra a las elecciones. Algunos, entre ellos el líder madrileño, parecen preferir agitar las aguas del revuelto río socialista ante esta cita clave para el futuro del PSOE, a la que Ferraz intenta llegar como sea. Los rubalcabistas insisten en centrar la batalla en consolidarse como alternativa al PP, Elena Valenciano así lo refería en el último Comité Federal, para sofocar la algarabía interna.

"Si nos ponemos hablar de primarias ahora sería absurdo. Sería como hablar si el Barça va a ganar al Bayern de Munich o si el Real Madrid al Borussia de Dortmund", insiste Lissavetzky, para a renglón seguido mandar un recado en toda regla a Gómez con la convención regional que le espera en junio.
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