La escopeta hallada en la finca de un acusado de asesinar a tiros a otro en la Cañada era el arma del crimen

Agentes de la Policía Científica han confirmado que la escopeta hallada en las inmediaciones de la finca de un acusado de acribillar a un hombre que estaba quemando cables corresponde al arma del crimen, puesto que los dos proyectiles extraídos a la víctima salieron de esta misma escopeta modelo Maverick. Un Jurado Popular de la Audiencia Provincial de Madrid juzga desde la pasada semana a Bernardo C.C., quien se enfrenta a 19 años y diez meses de cárcel por un delito de asesinato y tenencia ilícita de armas. En su declaración, el procesado negó haber sido el autor del crimen y aseguró que la escopeta no era suya, indicando que si la policía encontró pólvora en su ropa y sus manos era porque días antes había salido a cazar. En la prueba pericial, los agentes que elaboraron el informe de balística han asegurado que los dos proyectiles extraídos a la víctima fueron percutidos desde esta escopeta, que se halló a unos veinte metros de la finca del acusado. "En el asesinato se empleó un sólo arma y fue ésta", ha manifestado uno de los expertos en balística y ha especificado que en total se proyectaron siete vainas contra la víctima. En el escrito de acusación, el fiscal relata que el procesado "sin mediar intercambio alguno de palabras y de manera sorpresiva", disparó varias veces a Marian I. en la cabeza, en la espalda y en el antebrazo derecho. Tras ello, se le trasladó al hospital Gregorio Marañón, donde falleció al día siguiente.