El Ayuntamiento aprueba la ordenanza de convivencia con sanciones a la prostitución y a la mendicidad
Son los dos aspectos más llamativos de la nueva ordenanza que comenzará a aplicarse quince días después de que sea publicada en el BOCAM
jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha aprobado de forma definitiva la nueva ordenanza de convivencia que contempla sanciones económicas para quienes ejerzan la prostitución y para quienes paguen por ese servicio siempre y cuando se encuentren a menos de 200 metros de zonas residenciales o de actividad económica.
Además, la nueva normativa intentará erradicar la mendicidad con sanciones que, según el consistorio, buscan evitar el acoso a los viandantes y la explotación de menores.
Son los dos aspectos más llamativos de la nueva ordenanza de convivencia de Alcalá que comenzará a aplicarse quince días después de que sea publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid.
Esta normativa fue aprobada este martes en el Pleno Municipal con los votos a favor del Partido Popular y con la oposición de Izquierda Unidad y Partido Socialista, que incidieron en la imposibilidad de llevar a cabo lo dispuesto en la normativa por falta de medios. El portavoz del PP, Jesús Domínguez, ha explicado en el Pleno que "los medios materiales y humanos los tiene la administración" y no deben recogerse en la ordenanza.
En el texto se establece la potestad de los agentes municipales para persuadir a prostitutas y clientes de que abandonen sus negociaciones o prácticas, ya sea en la calle o dentro de algún vehículo, siempre y cuando se encuentren a menos de 200 metros de zonas residenciales o de actividad económica, lo que incluye también los polígonos industriales. Si a pesar de las indicaciones de los agentes se mantiene la actividad, los clientes y las prostitutas podrán ser sancionados con multas que van desde los 300 euros a los 1.500 euros.
Además, a las prostitutas se les ofrecerá la posibilidad de acogerse a planes sociales para que abandonen el ejercicio de la prostitución.
La ordenanza contempla también un endurecimiento de las sanciones para grafiteros, para aquellos que coloquen carteles en la vía pública y especialmente aquellos que contengan mensajes ofensivos y discriminatorios, y también para los dueños de mascotas que no recojan las deposiciones de los animales. Y otro de los puntos polémicos de la norma es la prohibición de que los vecinos cuelguen su ropa a secar en las fachadas de los edificios.