23/03/2010.- Las razones de fondo se irán conociendo poco a poco. Lo que ha propiciado la marcha de Güemes es que dos personas de la confianza de Aguirre como Javier Fernández Lasquetty y Paloma Adrados que se han “repartido” las funciones en dos Consejerías. El ex consejero de Sanidad mantiene muy buenas relaciones con Rodrigo Rato, que fue su mentor al llegar el PP al poder en 1996, mientras se ha alejado de otra compañera de partido y de Gobierno como Anabel Mariño, persona a su vez muy cercana al hombre de mayor confianza del nuevo presidente de Caja Madrid, José Manuel Fernandez Norniella.
Y llegamos a la tercera crisis o a la tercera fase de una crisis no resuelta en los últimos meses. Esperanza Aguirre tiene sobre su mesa casi el mismo esquema de cambios que tenía al comienzo del otoño pasado: dejar que se marche Ignacio González a presidir la “nueva empresa” del agua y poner a Francisco Granados a la dura tarea de organizar las elecciones de mayo del año que viene, dando más poder a Antonio Beteta y a Lucía Figar como nueva imagen de modernidad en el partido en la portavocía, con “premios” para Paloma Adrados, Ignacio Echeverría y una parlamentaria como Cristina Cifuentes que pasaría a funciones más ejecutivas. La posible incorporación de algún alcalde del PP para así dejar “hueco” en alguna de las listas municipales tiene el inconveniente de la dificultad de encontrar candidatos idóneos en tan corto espacio de tiempo.
Si la marcha de Güemes hacen que todo lo previsto se quede en el cajón de lo que fue posible y Aguirre mantiene su actual Ejecutivo hasta las elecciones autonómicas y municipales el desgaste durante el año largo que queda será tremendo y la colocará a ella misma en una situación difícil. Es más, entre los cambios que se consideraban “necesarios” estaba el de la directora general de Telemadrid, Isabel Linares, un puesto para el que tras sonar varios nombres de periodistas ligados a la televisión como Ernesto Sáenz de Buruaga o Alfredo Urdaci, tiene un serio opositor en el que fuera responsable de Comunicación en el Gobierno de José María Aznar y hoy trabajando en Telefónica, Alfredo Timmerman.
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