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El pueblo materno de Amancio Ortega sigue erre que erre con sus calles dedicadas a Franco y sus generales

jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
Valoria la Buena, que es el nombre que el magnate de Zara le puso a su yate, es uno de los municipios que mantienen en su callejero al Generalísimo Franco, Queipo de Llano, Onésimo Redondo o el General Mola
Valoria la Buena es un pueblecito situado en la raya entre las provincias de Palencia y Valladolid, en las cercanías del río Pisuerga y a la entrada del Valle del Cerrato. Sólo sale del anonimato por dos curiosidades: celebra su Año Nuevo, desde 1995, el primer sábado del mes de agosto, desde que un aguacero les impidiera a su 650 vecinos hacerlo en invierno. Y por ser la patria materna del magnate de Zara, Amancio Ortega Gaona, que le puso a su yate el nombre del pueblo donde pasó gran parte de su niñez y de donde son nativos los Gaona.

El pueblo, gobernado desde hace catorce años por su alcalde Francisco Javier Calvo (PP), se distingue también por mantener, contra viento y marea, en sus calles los nombres del Generalísimo Franco y de algunos de sus más conspícuos colaboradores, como los generales Queipo de Llano y Mola. Onésimo Redondo, el compañero del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, y hasta hace poco el propio Licinio de la Fuente, ex ministro de Trabajo de Franco, tenía su placa.

Sobre la antigua casa de la familia Gaona se puede ver el nombre de Plaza de Queipo de Llano, en lo que históricamente fue Plaza del Humilladero, nombre nada izquierdista y muy generalizado en todo el callejero castellano.

También el nombre del Generalísimo Franco se sobrepuso a otra calle histórica, de todaa la vida, nombrada de las Damas, porque por all´ñi paseaban las señoras del pueblo después de ir a misa.

Tras la guerra civil, donde Valoria la Buena acogió un centro de reposo para los militares italianos heridos, la calle Ancha del Humilladero fue rebautizada como Onésimo Redondo, y la del Siso como General Mola.

En cambio siempre se respetó la Plaza de la Constitución, donde se encuentra el Ayuntamiento y que hace referencia no a la Carta Magna de la Transición democrática del franquismo, de 1978, sino a la liberal de 1833.

Amancio Ortega, que por supuesto no interviene para nada en la política del pueblo, ha hecho algunas donaciones para la mejora del pueblo y de la Iglesia de San Pedro, donde se casaron sus padres.
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