La coordinadora de plataformas de las seis universidades públicas de la Comunidad de Madrid, que integran trabajadores y estudiantes, han convocado dos manifestaciones este miércoles y jueves para reclamar al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso más financiación.
Lo han anunciado este lunes representantes de la plataforma delante de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid, donde han exigido la retirada de la futura Ley de Enseñanzas Superiores, Universidades y Ciencia (LESUC) y un nuevo plan plurianual. No descartan la posibilidad de organizar una huelga indefinida.
"Tienen que comenzar un proceso negociado y consensuado con rectorados, asociaciones de trabajadores, sindicatos y estudiantes para poder crear un texto que realmente apoye a la universidad pública y que no sea un estrangulamiento", ha pedido la profesora Eva Aladro, integrante de la plataforma por parte de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), centro que ha tenido que pedir un préstamo de 34,5 millones de euros para hacer frente a su déficit.
La primera manifestación tendrá lugar este miércoles, a las 15.30 horas, frente a la Consejería de Educación, que lidera Emilio Viciana. Su objetivo es entregar por escrito una solicitud de que quieren ser parte del proceso negociador de la futura Ley de Universidades. La segunda será el jueves, a partir de las 18 horas, que saldrá desde Atocha y finalizará en la Puerta del Sol, donde está ubicada la Real Casa de Correos, sede del Gobierno autonómico. Las concentraciones están respaldadas por los sindicatos CC.OO., UGT, CGT y CNT.
La principal exigencia de la plataforma es que la Comunidad de Madrid destine para el presupuesto de universidades el 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de la región. Según denuncian trabajadores y estudiantes, la actual inversión se sitúa en el 0,4%.
El Proyecto de Presupuestos del Ejecutivo autonómico dedicará el próximo año un total de 1.239,7 millones de euros a la financiación de las universidades públicas, 75,3 millones más que en 2025, lo que se traduce en un incremento del 6,5%. Esta dotación representa más del 4% del presupuesto total en el próximo ejercicio en la región. Sin embargo, resulta "insuficiente" para la coordinadora, que cree que la pública se encuentra "estancada".
ENCIERRO, PIQUETES Y CLASES EN LA CALLE
Las dos concentraciones no serán las únicas actividades para esta semana. En concreto, este martes habrá un encierro en la Facultad de Bellas Artes de la Complutense para elaborar materiales de las movilizaciones. Según ha explicado Hugo Pascual, estudiante de doctorado y representante por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), también habrá talleres en la Escuela de Arquitectura para preparar las pancartas.
El miércoles, primer día de huelga universitaria, habrá piquetes en los centros universitarios y pasacamups --ir por las facultadas para informar sobre las convocatorias-- desde las 8.30 horas. A partir de las 12 horas, en la Plaza de Pedro Zerolo, se desarrollarán clases de Semiótica Social, Trabajo Social y Discapacidad y un conjunto de microclases colectivas por parte de profesores con motivo de la iniciativa 'La uni en la calle'.
En el caso de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) se celebrará una concentración en el rectorado a las 13.30 horas debido a la suspensión de los trenes de las líneas C-2, C-7, C-8 y Civis de Cercanías Madrid entre San Fernando y Azuqueca por los trabajos que acomete Adif en la infraestructura hasta el sábado.
El jueves, segundo día de protesta, se repetirán los piquetes y pasacampus desde las 8.30 horas. Mientras, en la Plaza del Reina Sofía, desde las 12 hasta las 14 horas habrá clases de Físicas, Filosofía del derecho, Comunicación Audiovisual y Ciencias de la Educación de la Autónoma (UAM), Complutense, Rey Juan Carlos (URJC) y Politécnica.
Asimismo, la plataforma realizará otra manifestación el próximo jueves 4 de diciembre frente a la Asamblea de Madrid al ser el día en el que se debaten las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos de la Comunidad de Madrid. "Será el final de esta primera ola de protestas fijada en torno a la infrafinanciación y para prepararnos para la siguiente que vendrá contra la tramitación de la LESUC, que previsiblemente se dará durante el cuatrimestre que viene", ha detallado Jorge Pérez, estudiante de la UCM.
"Creemos que la huelga será masiva porque tenemos el respaldo de todos los sindicatos principales, las asociaciones de trabajadores, los decanos y rectorados y la ciudadanía en general. Las universidades públicas en Madrid van a recibir menos dinero, por ejemplo, que Quirón Salud en el presupuesto de este año. Tendrían que dar un 1% del PIB", ha recalcado Ladro.
PARO ACADÉMICO
Además, los Consejos de Estudiantes de las universidades públicas han mostrado su apoyo unánime a la huelga y han convocado "el primer paro académico de la historia" en la Complutense, la Autónoma (UAM) y la Rey Juan Carlos (URJC) que permitirá que el estudiantado ejerza efectivamente su derecho a interrumpir la actividad académica. De este modo, no se podrá evaluar la ausencia de asistencia ni puntuar los trabajos que se tengan que entregar esos días.
Según han informado en un comunicado, el paro académico es una herramienta prevista por la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) para "garantizar el derecho a la protesta del estudiantado", debiendo ser desarrollado posteriormente en las universidades.
La Complutense es actualmente la única universidad pública madrileña que ha regulado de forma completa el paro académico en su normativa interna, convocado por la Delegación Central de Estudiantes. Los Consejos de Estudiantes de la Autónoma y de la Rey Juan Carlos, a través de las recomendaciones de su respectivo rectorado, también han convocado paro académico.
En las universidades donde no se ha desarrollado esta situación, los Consejos de Estudiantes de Alcalá de Henares y de la Carlos III han apoyado por unanimidad las movilizaciones previstas para los días 26 y 27 de noviembre. La Delegación de Alumnos de la UPM apoya también las movilizaciones sin convocar un paro académico, al seguir pendiente de aprobación la normativa interna que lo regule.
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