Ya no hay “monclovitas”

Los premios y estímulos que la Moncloa se inventó en tiempos de Felipe González para alentar a sus empleados públicos parecen tener los días contados debido al paso del tiempo que todo lo destruye y a la crisis económica. Este año los funcionarios que van a recibir el 6 de octubre, de manso del propio Zapatero, las medallas al mérito civil por sus años de trabajo o por sus iniciativas se las han tenido que pagar de su bolsillo, pero la realidad es que la tradición fundada por el primer Gobierno del PSOE al llegar a la Presidencia del Gobierno ya no es lo que era.

Hasta tres premios importantes concedía Presidencia a sus empleados. El más preciado era “la monclovita”, una reproducción en latón del propio Palacio de la Moncloa que se otorgaba a los funcionarios que hubieran demostrado más eficacia en su trabajo. Este premio ha ido decayendo y en las últimas celebraciones del día de la Hispanidad, que es cuando el presidente las reparte –este año se adelante por problemas de calendario al día 6 de octubre- han brillado por su ausencia.

El segundo premio en importancia es la famosa “Pirámide”, que fue inventada en los tiempos en que a los socialistas se les llenaba la boca de la necesidad de alentar a las bases. La figura de la pirámide simbolizaba esa interacción entre el vértice superior, el presidente, y la base de los empleados de la Moncloa.

El tercer premio es la típica medalla al mérito civil, clásica donde las haya, que es la que ha vuelto a prodigarse más en la Moncloa, siempre que los premiados se las paguen de sus bolsillos.