Es más, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta una persona con dislexia es precisamente ese sistema educativo basado en la escritura como una forma de asimilar los diferentes conceptos de una asignatura. Algo que es completamente imposible para los niños con dislexia dado que no son capaces de entender el significado de esos textos por medio de la lectura, haciendo necesario un esfuerzo tan grande que a menudo se traduce en fatiga, falta de concentración, distracción e incluso rechazo al colegio.
Como podemos ver, la dislexia no solo supone un problema para el niño que la sufre sino para todo su alrededor, incluidos los padres y los profesores que a menudo no entienden todo lo que supone este trastorno para el que lo padece y que se tiene que abordar con la ayuda de un profesional. De hecho, cada vez son más los psicólogos infantiles en Madrid que tratan con muy buenos resultados a niños con dislexia, viendo no solo cómo mejora ese neurodesarrollo del que hemos hablado antes sino también su calidad de vida.
En ese sentido, también es muy importante todo el trabajo que está llevando a cabo DISFAM, una entidad española sin ánimo de lucro que fue creada en el año 2002 con el fin de ayudar a todas las personas con dislexia, desde los más pequeños hasta los adultos que sufren esta patología, además de todos los profesionales que trabajan día a día desde diferentes ámbitos para darle más visibilidad a este trastorno y para conseguir una mayor sensibilización y conocimiento por parte de la población en general para reducir al máximo posible todas las consecuencias emocionales y psicológicas que trae consigo este trastorno y que hace tan necesaria la ayuda de un buen profesional.
DISFAM: porque la dislexia no tiene que ser un problema
Por otro lado, la labor que hace DISFAM por todos aquellos que sufren dislexia va mucho más allá de ser una entidad a nivel nacional. De hecho, también forma parte de la Asociación Europea de Dislexia (EDA), de la Federación de Dislexia Española (FEDIS) y de la Organización Iberoamericana de Dificultades Específicas de Aprendizaje (OIDEA). Como podemos ver, toda una red de ayuda y apoyo a todas las familias que saben lo que implica tener dislexia.
Además de todo esto, en la propia página web de esta entidad tendremos acceso a una serie de recursos y de documentación muy útiles con los que podremos saber algo más de la enfermedad así como de las diferentes opciones que tenemos a nuestra disposición para tratarla. E incluso podremos ponernos en contacto directamente con ellos (tanto desde el formulario de su página web como por correo electrónico, por teléfono o a través de las redes sociales) para tratar cualquier duda que pueda surgir y cuya respuesta no hayamos encontrado todavía.
Por último, cabe mencionar todo el material pedagógico inclusivo que encontraremos a nuestra disposición y que precisamente pretende hacer más fácil el aprendizaje de los más pequeños y que rara vez vemos en la educación convencional. O también la posibilidad de colaborar con la propia entidad, independientemente de la Comunidad Autónoma en la que vivamos, de si tenemos o no a algún hijo con dislexia o incluso de la profesión que tengamos. De hecho, es muy importante que tanto los médicos, como los psicólogos y los profesores pongan todos su granito de arena para conseguir entre todos una mayor concienciación y una respuesta real a los problemas que tienen que vivir día a día las personas que sufren dislexia y, especialmente, los niños que tienen este trastorno y que no comprenderán por qué no encajan en el sistema escolar actual y por qué no reciben la ayuda que necesitan.