La soprano Danielle De Niese y el contratenor Philippe Jaroussky, "la mejor Poppea y el mejor Nerón", en el Teatro Real

La soprano Danielle De Niese y el contratenor Philippe Jaroussky son "la mejor Poppea y el mejor Nerón" que la eminencia del barroco William Christie y director de escena Pier Luigi Pizzi podrían imaginar para la "maravilla" que cerrará desde el domingo 16 la trilogía que el Teatro Real ha dedicado a Claudio Monteverdi.

Los cuatro presentarn en rueda de prensa "L'incoronazione di Poppea", junto a la también soprano Anna Bonitatibus, el director del Real, Miguel Muñiz, y el director artístico del coliseo, Antonio Moral, al que Christie y Pizzi han dado una y otra vez las gracias por la "idea brillante", e inédita en España, de hacer esta trilogía "sublime".

El Real comenzó su homenaje a Monteverdi en 2008, con "L'orfeo", le siguió, la pasada temporada, "Il ritorno d'Ulisse in patria" y ahora estrenará "L'incoronazione di Poppea", coproducida con La Fenice y dirigida por el mismo equipo escénico y musical, "un milagro" de continuidad "muy raro en este mundo", según Christie.

El director estadounidense, al frente de los 17 músicos de su formación Les Arts Florissants, se ha confesado "maravillado" con la experiencia a la vez que "triste" porque el ciclo concluye y se acaba la colaboración en el Real con un "director magnífico" como Moral, que dejará el teatro cuando concluya esta temporada.

"Es un momento muy especial y raro. Pocas veces se pueden hacer cosas tan importantes con el mismo equipo. Sin lugar a dudas, este trabajo y las condiciones para hacerlo han sido las mejores que he tenido en mi vida", ha subrayado Christie.

Una de las "partes más felices" de la colaboración con Moral, ha dicho, ha sido el reparto: "no puedo pensar en mejores Nerón y Poppea que estos. Es una mezcla de monstruos sagrados con una cantidad de talentos jóvenes increíble".

Pizzi, en "comunión espiritual" desde hace años con Christie, ha agradecido a Moral haber vivido estos tres años "una atmósfera de entusiasmo y bienestar en la que todo ha sido fácil".

El regidor italiano, que el mes próximo cumplirá 80 años, ha explicado que ésta es su primera "Poppea" y que "lo más importante" ha sido establecer la conexión con las otras dos obras porque el proyecto "ha ido evolucionando".

"Hago un teatro ético y poético pero la estética también tiene mucha importancia y aquí la he buscado a través de la luz, del cromatismo. Christie pone un color en cada frase y hemos hecho juntos una pintura", ha explicado sobre su dirección y escenografía.

De la estadounidense Daniella de Niese ha afirmado que desde que la conoció le tiene "en su bolsillo": "raramente me he encontrado con un animal de escena tan talentoso; es un regalo del cielo que no pierde ni un segundo la concentración, es excepcional su control y su fiebre".

Y a su lado, ha agregado, no habría podido imaginar nunca a nadie mejor para Nerón. "Son la pareja ideal", acompañados, ha dicho, de una Bonitatibus (Ottavia) y un Max Emanuel Cencic (Ottone) "extraordinarios".

Para De Niese (1979) este estreno es un "momento muy importante" de su carrera, entre otras razones por debutar en una ópera en el Real y volver a trabajar con Christie, su "real mentor" porque fue quien le propuso para que fuera Cleopatra en el "Giulio Cesare" del Festival de Glyndebourne, la interpretación que la catapultó a la fama.

En "L'incoronazione di Poppea", que Monteverdi (1567-1643) escribió a los 75 años, esta "actriz sobre la escena musical", como ella se define, construye el personaje de dentro a afuera intentando tocar luego "con los dedos" al público, para llevárselo "al huerto" y convencerle de que se ponga de su parte en esta historia en la que todos saben que "ganan los malos".

"Nunca se ha visto una Poppea igual. Están todos los colores gracias al sentido dramático y musical de Christie y Pizzi", subraya sobre su personaje, un "torbellino de fuego carnal", manipuladora e inteligente, pero también "una mujer sincera y enamorada".

Philippe Jaroussky (1978), que debutó Nerón con 21 años, está "encantado" de recuperar este papel diez años después aunque no hubiera repetido nunca un papel tan "histérico, alto y agotador", si no hubiera sido, ha confesado, por el apoyo de Christie