Los saqueos y la violencia empeoran la situación tras el terremoto en Chile
Chile espera este martes a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton
jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
Los saqueos en la zona de Chile sacudida por el terremoto, esporádicos al principio, aumentaban y se hacían cada vez más violentos, mientras crece la angustia por la falta de alimento y el abandono que se vive en varias poblaciones.
Chile espera este martes a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que -dentro de su gira latinoamericana- trae ayuda solicitada por el Gobierno de Santiago, en particular 20 teléfonos satelitales.
También llegará ayuda de Brasil, cuyo presidente, Lula da Silva, visitó Chile el lunes como muestra de solidaridad. Otros países se movilizan para apoyar al pueblo chileno.
El Gobierno de Chile da como cifra oficial 723 muertos, pero reconoce que el balance podría ser peor. En Concepción, 500 km al sur de la capital y epicentro de la tragedia, la situación era crítica: no se había implantado un canal de distribución de alimentos y, a pesar de la militarización de las calles, los saqueos continuaban, agravados el lunes por dos incendios provocados que afectaron un supermercado y una tienda de departamentos.
La violencia se replicaba en otros lugares: en la población costera de Dichato, habitantes denunciaron que personas de otras localidades llegaron a saquear. La violencia había obligado a un toque de queda en Concepción la noche del domingo, que se volvió a implementar la noche del lunes, que se extendió a otras tres poblaciones: Talca, Cauquenes y Constitución.
En Talca, el lunes los habitantes desesperados gritaban frente a los supermercados: "Queremos comida, queremos comida". La situación llevó a la presidenta Michelle Bachelet a ordenar para este martes el envío de 5.000 militares más a los casi 2.000 ya desplegados para reforzar la seguridad en el marco del estado de excepción decretado el domingo.
"El ejército ha desplegado fuerzas suficientes que en estos momentos se han terminando de distribuir por la región" afectada, señaló Bosco Pesse, comandante militar, destacado en el Maule, una de las dos regiones más afectadas junto con Biobío.
"Estamos en todo un proceso de apoyo a la comunidad y de entrega de elementos básicos, víveres, frazadas, agua en distintos sectores", explicó Pesse.
La alcaldesa de Concepción, Jacqueline Van Rysselberghe ha sido muy crítica por la demora en la ayuda enviada por el gobierno nacional tanto para rescatar víctimas como para llevar provisiones. "24 horas para una persona que está bajo los escombros es muy importante", dijo. "No creo que sea mala voluntad. Yo creo que la gente de Santiago no dimensiona ni remotamente el problema que tenemos acá", agregó.
Es tal la magnitud de la tragedia que el presidente electo Sebastián Piñera, que recorrió la zona más afectada, reconoció en la madrugada del lunes que "la situación es peor de lo que se esperaba".
Piñera, que debe tomar posesión el 11 de marzo, relató que las carencias en la ayuda eran tales que vio enfermos "bajo la bóveda celeste" y que había entrado en un edificio derrumbado donde escuchaba gritos de personas sobrevivientes, y al que todavía no habían accedido los cuerpos de rescate.
En la costa varias poblaciones devastadas por el tsunami que siguió al terremoto seguían esperando la ayuda y claman por el estado de abandono en que se encuentran.
Como pueden, los habitantes buscan a sus desaparecidos y comienzan a reorganizarse en medio de una tristeza profunda.
"Esta parte estaba llena de casas. Había más de cien", dice a la AFP Silvia Aparicio, mostrando un lugar totalmente arrasado y convertido en un desierto de arena frente al mar en el balneario de Pelluhue.
Mientras tanto en Constitución, otro balneario, lo que no se cayó por el sismo luego lo destruyó el tsunami. Para completar, el mayor hospital de la ciudad está con serios daños aunque allí se sigue atendiendo a los heridos ante falta de otras opciones.