Caja Castilla-La Mancha: Moltó cayó por el fuego amigo
jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
A intervención de Caja Castilla-La Mancha, decidida por el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, y avalada por el Consejo de Ministros socialista, ha provocado serias heridas en el PSOE castellano manchego que tardarán en cicatrizar. Por un lado la "venganza" de los altos funcionarios del Banco de España contra el ex diputado y actual presidente de la Caja, Juan Pedro Hernández Moltó, por aquella frase suya en el Congreso cuando se enfrentó al entonces gobernador Mariano Rubio para decirle "Mírenos a la cara señor Mariano Rubio".
Por otro, la división socialista cada vez más patente entre los partidarios del actual presidente José María Barreda y el anterior José Bono, agravada por la vuelta a Toledo de parte de la cohorte del presidente de las Cortes, tras el fracaso de su etapa al frente del Ministerio de Defensa. Como Francisco Pardo al que Bono quería en la Vicepresidencia y Bareda le puso al frente de las Cortes castellano manchegas.
La crisis económica, las tácticas de guerrilla de la dirigente popular en Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, secretaria general del PP nacional, y el "fuego amigo" de los disidentes de Barreda han llevado a la Caja Castilla-La Mancha en menos de tres meses a la ruina. Sólo en las semanas siguientes a la retirada de los consejeros del PP de la Caja se evaporaron 700 millones de euros de clientes, hasta sumar en apenas un mes mil millones.
La primera opción de compra o fusión con Ibercaja fue dinamitada por políticos amigos y enemigos y el propio, José María Barreda, ha criticado -aunque con sordina- la actuación de la andaluza Unicaja que elevó hasta una cota absolutamente inalcanzable sus pretensiones de ayudas estatales para quedarse con CCM, cuando todo el mundo daba por sentado que se quedaba con ella y se zanjaba el problema. Si Barreda no ha arremetiddo contra Manuel Chaves, como tampoco Moltó contra Bono o Fernández Ordóñez, es porque Zapatero tiene muy controlado a su partido y no quiere espectáculos parecidos a los que están dando Gallardón y Esperanza Aguirre a costa de Caja Madrid.