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Ayuso, la rival a la que Pedro Sánchez le gustaría destruir más que a Feijóo
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Ayuso, la rival a la que Pedro Sánchez le gustaría destruir más que a Feijóo

sábado 13 de septiembre de 2025, 16:36h
En un mes cumplirá 47 años y lleva siete convertida en la rival más dura e importante que tiene la izquierda en general y el partido socialista en particular. Con 40 años consiguió unir en torno a ella a un tambaleante Ciudadanos y a un duro Vox. El entonces presidente del PP, Pablo Casado, la eligió para que pudiera hacer una transisicón dentro de la estructura interna del partido, que ya había perdido a cinco presidentes de forma sucesiva y necesitaba “reparar” su maltrecha imagen tras la salida de Esperanza Aguirre, de Ignacio González, de Cristina Cifuentes y de Ángel Garrido y Pedro Roldán, a los que habría que añadir los otros ocho años de mandato de Alberto Ruíz Gallardón. Veintiséis años de mantener el poder en la Autonomía por parte de la derecha, camino de otros dos más, por lo menos.
Isabel Díaz Ayuso perdió la elecciones frente a Angel Gabilondo que consiguió 37 escaños y 884.218 votos mientras que Ayuso tenía que conformarse con 30 escaños y 160.00 votos menos. Se necesitaban 167 síes en la Aamblea y el candidato socialista sólo puso contra con los 20 de Más Madrid y los siete de Podemos junto a Izquierda Unida..Treinta site más veintisiete sumaban sesenta y cuatro. Insuficientes. Al otro lado, a los 30 de Ayuso se sumaron los 26 de Ignacio Aguado - que lograr´ria que le nombraran vicepresidente- y los 12 de Rocio Monaaterio. En total ciento sesenta y ocho. El PP iba a seguir gobernando durante cuatro años más y la presidenta por sorpresa se convirtió, primero en la “devoradora” de Ciudadanos en 2021 y dos años más tarde en la política que conseguía la mayoría absoluta. Por el camino quedaban derrotados Gabilondo, Pablo Iglesias, Mónica García, Juan Lobato y Alejandra Jacinto. Hasta la representante de Vox, Rocio Monasterio perdía toda la importancia de los años anteriores.

En esos cuatro años, la izquierda se intentaba reestructurar tras el cambio en la vicepresidencia del Gobierno, con Yolanda Díaz, y Pedro Sánchez, pese a perder en votos y en escalos frente a Núñez Feijóo lograba que los 31 escaños de Sumar, más los siete de ERC, los también siete de Junts, los seis de Bildu, los cinco del PNV, hasta un total de siete partidos. 179 diputados dijeron sí en la investidura y 171 se mantuvieron en el no. Hasta hoy y con Sánchez asegurando que quiere llegar hastab2027 pese a todos los escándalos y procesos judiciales.

Queda lejos 2019 si se mira la transformación de España, pero aún más si se ve el cambio de Diaz Ayuso. Poco o nada queda de aquella joven que habñía aprendido a caminar por las arenas movedizas de la política madrileña de la mano de Esperanza Aguirre, de Cristina Cifuentes y de Alfredo Prada. La periodista se convirtió en la más dura de los adversarios de Pedro Sánchez y en referencia obligada de la oposición al Gobierno de coalición, po encima de cualquiera de sus compañeros del PP, incluido el propio Núñez Feijóo, que habñía sustituido a Pablo Casado. Los movimientos internos para disminuir su poder fracasaron y hasta el alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida no tuvo más remedio que reconocer su liderazgo y olvidare de sus aspiraciones a presidir la organización del partido en Madrid. Ayuso trascendió el ámbito autonómico y presentó su candidatura para llegar al palacio de La Moncloa cuando fuese necesario, una situación que sólo se dará si Feijóo no lo logra y Sánchez u otro socialista sigue ocupando la presidencia del Gobierno.

Lo único que tiene que hacer la “bestia negra” del socialismo es mantenerse al frente de la Comunidad y ganar las elecciones autonómicas de 2027. Sólo hay otro candidato que pueda hacerle sombra, Juan Moreno, el presidente andaluz, que tendrá que defender su liderazgo en las urnas a mediados de 2026 frente a la actual vicepresidenta y ministra de Hacienda del Gobierno , María Jesús Montero. Si se mantiene como presidente, en solitario o con el apoyo de los diputados que, sin duda, logrará el Vox de Santiago Abascal, será la otra baza que pueda jugar la derecha española. Lo saben los tres: Feijóo, Ayuso y Moreno. Es el futuro del Partido Popular, con una ventaja para el actual lider, que puede poner en valor que ya ha ganado en votos a Pedro Sánchez en las urnas y que aquellos cuatro votos que le faltaron en el Hemiciclo del Congreso pueden cambiar de rumbo, ya sea desde el PNV o desde Junts. La mayoría absoluta está a su alcance y siempre tendrá el respaldo de Abascal, por mucho que en estos meses que quedan hasta la convocatoria real y con fecha de los comicios se ataquen y busquen un distanciamiento entre los electores.

Mariano Rajoy llegó a La. Moncloa con 63 años; Feijóo puede hacerlo con sesenta y cinco; Ayuso podría hacerlo ante de cumplir los 55, todo un record en la política española. Todo lo que hecho hasta hoy es rupturista, superando obstáculos personales y políticos. Puede que el mayor peligro que le acecha está entre sus propias filas, superior a las ganas de revancha y de destrucción que anidan en la izquerida. La actual presidenta de la Comunidad de Madrid es un espécimen raro, distinto, algo que sus adversarios no han logrado descubrir en sus debilidades.