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Los problemas de Sánchez: La guerra y la mujer del César
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Los problemas de Sánchez: La guerra y la mujer del César

Por Rafael Gómez Parra
En un estado de guerra permanente, la inflación y los riesgos de una economía dependiente del petróleo a pesar de los avances en las energías más límpias van a seguir poniendo a prueba a toda Europa y por supuesto a España. Bien haría Pedro Sánchez de preocuparse más de los problemas económicos para que no le ocurra lo mismo que a ZP.

A Zapatero le hundió la crisis de 2008 y a pesar de los “brotes verdes” que anunciaba cada dos por tres su último legislatura acabó en noviembre de 2011 dando la mayoría absoluta a un Mariano Rajoy que había perdido dos veces las elecciones y que había estado a punto de ser defenestrado por Esperanza Aguirre y que tenía tan poco tirón electoral como ahora Alberto Núñez Feijóó.

Algo “huele mal” en la Moncloa cuando algunas ministras principales del Gobierno empiezan a vislumbrar que el cambio de ciclo y están más preocupadas en buscarse un lugar donde retirarse a tiempo como ya hizo Nadia Calviño yéndose al Banco Europeo de Inversiones (BEI), al que quiere convertir en una de las palancas para reforzar la industria de armamento europeo, convencida de que se avecinan tiempos de guerra y de penurias económicas.

Con unos precios de petróleo que se acercan ya peligrosamente a los 100 dólares/ barril, va a ser muy difícil que la inflación baje del 5% anual que es lo que los economistas consideran el tope máximo que España puede soportar. La sustitución del petróleo por las energías solar o eólica va para largo como demuestra la paralización de la mayor central solar que había construido Marruecos. El almacenamiento sigue siendo el principal problema para este tipo de energías.

La previsible salida de la ministra de Transición Ecológica, en realidad de Energía, Teresa Ribera para marcharse de eurodiputada a Bruselas y así poder aspiraraa una Comisaría Europea tiene mucho que ver con su convencimiento de que es imposible parar los costes de la electricidad y el gas en esta situación de pre guerra. La decisión del Gobierno de Sánchez de volver a gravar la energía con el 21% de Iva demuestra que Ribera da por hecho lo inevitable: que los españoles tienen que acostumbrarse a una energía cara.

Al previsible agravamiento de los problemas económicos se junta los “tambores de guerra” que el Ejecutivo está escuchando no solo por parte de un Partido Popular echado al monte para socavar a Pedro Sánchez ya sea por el tema “Koldo” como por las andanzas de la su mujer Begoña Gómez, que puede ser que nunca lleguen a ningún sitio judicial pero que menoscaban lo suficiente la imagen del presidente por aquello que “la mujer del César, no sólo debe ser honesta, sino parecerlo”.