Esta fase de apertura cuenta con una partida presupuestaria de quinientos millones de euros, cuyo desglose permitirá dirigir hasta doce mil euros a cada uno de los negocios solicitantes, que tendrán de plazo hasta el quince de septiembre para pedir la subvención. Si todo marcha según lo previsto, la idea perfilada por el Gobierno servirá para bonificar a un total de 41.600 pequeñas empresas.
Las ayudas de este primer segmento del Kit Digital serán concedidas siguiendo el orden estricto de la presentación de solicitudes, siempre que los candidatos cumplan con los requisitos estipulados. Para vehicular el pago se ha creado la figura del agente digitalizador, representada por aquellas empresas tecnológicas que están capacitadas para ofrecer un servicio como este. Por el momento, existen más de dos mil quinientos agentes acreditados desde que en el mes de enero comenzaran a postularse los primeros interesados. La previsión marca que la cifra llegará a duplicarse antes de que arranque el mes de abril.
Por su parte, la entidad pública encargada de llevar a cabo la gestión de estas ayudas será Red.es, que pertenece a la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA) y que durante este 2022 asumirá la tramitación de los más de tres mil millones de euros que contempla el Kit Digital. Las pymes españolas se beneficiarán así del impulso que las lleve a materializar la transformación digital que exigen los nuevos tiempos.
¿Qué hay detrás de cada subvención?
Tras la publicación del Kit Digital en el Boletín Oficial del Estado, ya es posible saber en qué consistirán exactamente las bonificaciones planteadas. De este modo, atendiendo al tamaño, las empresas de entre 10 y 49 empleados recibirán 12.000 euros; las que tengan una plantilla de 3 a 9 trabajadores podrán aspirar a 6.000 euros; y aquellas que dispongan de un máximo de 3 empleados se beneficiarán de una partida de 2.000 euros.
Si ponemos el foco sobre el reparto en torno a las categorías, se distinguen esencialmente tres: empresas con presencia en internet que puedan acreditar sus funciones en la web; ecommerces que cuenten con un catálogo de al menos un centenar de productos; y empresas que en su estrategia incluyan la gestión de redes sociales y puedan demostrar un ritmo regular de publicaciones.
Dentro de las soluciones tecnológicas que podrán ponerse en práctica gracias a las ayudas del Kit Digital se encuentran sobre todo aquellas que están orientadas a mejorar la gestión de clientes, el análisis de datos y los componentes de ciberseguridad. Estos últimos están siendo hasta la fecha los más demandados por el comercio electrónico, concretamente para ser aplicados en las pasarelas de pago. El interés de los vendedores pasa por reforzar este apartado a fin de generar confianza entre los usuarios y aumentar así el número de ventas.
El recurso estrella en este campo es sin lugar a dudas el protocolo SSL (Secure Sockets Layer) de 128 bits. Se trata de una herramienta tecnológica que sirve para encriptar los datos personales de la clientela, consiguiendo de esta manera evitar que queden expuestos a los ojos de la piratería informática. Las grandes referencias que en este sentido marcan el camino del Kit Digital son aquellos entornos virtuales que están acostumbrados a realizar miles de transacciones de dinero al cabo del día, como son las entidades bancarias, las plataformas de juegos de azar o los portales de vídeo que funcionan bajo suscripción. A partir de ahí, los ejemplos que llevan años aplicando este protocolo de seguridad son variadísimos, desde cualquier banco con presencia online hasta cualquier casino app o espacios de cine y televisión como Netflix o HBO. En todos ellos prima la intención de salvaguardar la integridad de los números de cuenta y las contraseñas de los usuarios a la hora de realizar una compra o una transferencia económica. Para ello, el sistema incorpora un algoritmo que se encarga de generar claves de 128 bits de tamaño que los hackers deberán descifrar, cosa más que improbable, si pretenden acceder a determinada información sensible.
En este punto será fundamental el papel que desempeñen los agentes digitalizadores, y es que también asumirán tareas enfocadas al mantenimiento y la resolución de problemas en torno a la aplicación de estas soluciones tecnológicas. Además, transmitirán la formación oportuna a las pymes para que estas puedan desenvolverse con cierta soltura en los aspectos más elementales de la transformación digital.
Lo que está por venir
La secretaria de SEDIA, Carmen Artigas, ha anunciado que las convocatorias correspondientes al resto de las empresas se abrirán a lo largo del año. Sin ir más lejos, se espera que la siguiente, aquella destinada a microempresas de entre tres y nueve trabajadores, se produzca antes del inicio del verano. Por lo que respecta a los trabajadores autónomos y las compañías de un tamaño mayor, estos deberán esperar a que concluya el curso para poder solicitar su parte del pastel. La idea que se persigue con esta distribución de los tiempos no es otra que la de establecer un patrón gradual que sirva para ir avanzando en función de los resultados que se vayan obteniendo.
En cualquier caso, los aspirantes deben tener claro cuáles son los requisitos que dan acceso a las cuantías. Grosso modo, estos pasan fundamentalmente por tener consideración de pyme o estar dado de alta en el Régimen de Trabajadores Autónomos, ajustarse a las cifras financieras de cada categoría y estar al corriente de las obligaciones tributarias y ante la Seguridad Social.
Si (
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