Para los que alberguen dudas sobre este “acordeón” que va a sufrir la gran derecha tienen un ejemplo en el que investigar, Italia
Asegura el CIS que Vox se acerca al PP por su derecha y que Ciudadanos, pese al trompicón de Cataluña, lo hace por su izquierda. A Pablo Casado le han centrado sus rivales en ese espacio sociológico. Una mala noticia para él: el centrismo como tal siempre ha sido aplastado por los extremos.
La pinza en la política española tiene una larga tradición. Se la hicieron a Suárez entre González y Fraga y triunfó por la propia destrucción interna de la UCD. Se la intentaron hacer a González años más tarde entre Aznar y Anguita y fracasó, pese a que tres años más tarde el presidente de los populares consiguiera su ansiada victoria. Por medio había estado el intento en Andalucía entre Javier Arenas y Luís Carlos Rejón sobre el PSA de Manuel Chaves, que se salvó en 1995 y logró, con sus dos sucesores, que los socialistas gobernaran hasta diciembre de 2018.
Ahora le va a tocar sufrirla a Pablo Casado. Tanto a Santiago Abascal como a Inés Arrrimadas le va su futuro en ello. El líder de Vox se va a apoyar en su triunfo en Cataluña para proyectar su imagen en toda España.No tiene ni equipo, ni estructura para ofrecer una alternativa real al PSOE de Pedro Sánchez, pero faltan tres años para las próximas citas con las urnas a nivel general.
Vox apoya gobiernos en Andalucia, Madrid, Castilla y León y Murcia, pero no participa en ellos. No tiene el desgaste que produce la toma de decisiones en estos tiempos de crisis económicas, sanitarias y políticas. Lo lógico es que siga sumando adeptos a su causa y todos esos futuros votos saldrán del Partido Popular.
En Ciudadanos el fracaso en Cataluña y la subida de Vox le puede proporcionar un “rebote” inesperado. Caminaba y aún camina hacia su desaparición pero puede que los españoles que vieron en la formación de Albert Rivera en sus inicios un camino liberal y centrado regresen a esas siglas. Una fórmula para desplazarse desde el PP a otros candidatos que no representen a la parte más dura e intransigente de la derecha española.
Para los que alberguen dudas sobre este “acordeón” que va a sufrir la gran derecha tienen un ejemplo en el que investigar, Italia. Allí se destruyó todo el pasado partidista que salió de la Gran Guerra y ahí siguen. No será un calco pero las aproximaciones mediterráneas servirán para auscultar el próximo futuro.
El ofrecimiento de la presidenta de Ciudadanos a Casado para “explorar” una alianza política que se concrete en futuras listas electorales conjuntas, dejando a un lado a Vox no es sino una fórmula para desgastar al PP y recoger las “dudas” que están asaltando a dirigentes y votantes de los populares. Con la mejor o peor de las voluntades terminará, si lo aceptan en la futura sede que sustituya a Génova 13, convertida en una trampa.
