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Obligada sesión de cine fórum para sobrevivir de García Egea
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Obligada sesión de cine fórum para sobrevivir de García Egea

jueves 05 de diciembre de 2019, 13:19h
El presidente del PP o su secretario general deberían programar una sesión de cine fórum “documental” basado en las memorias de Mariano Rajoy, José Manuel García Margallo y Jorge Fernández Díaz, con Cristobal Montoro como comentarista de las imágenes, y con debate previo entre María Dolores Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. Invitados: todos los actuales dirigentes del partido.

Obligada la asistencia de Núñez Feijóo y de José Manuel Moreno Bonilla, al igual que la de Isabel Díaz Ayuso y Esperanza Aguirre. También la de José María Aznar, al que de forma obligada se le rendiría una entusiasta y obligada ovación ya que sin él nada de lo sucedido para el Partido Popular, bueno y malo, desde 1989 hubiera sido posible. En la penumbra del fondo de la sala, fuera de los focos como es su voluntad de hoy, que esté Javier Arenas, el hombre que pudo reinar en su tierra andaluza.

Sesión didáctica para los que permanecen en política tras haber gozado de las mieles del poder, y para los que desde la sede central de la madrileña calle Génova, o desde los puentes de mando de las distintas autonomías, intentan convencer cada día a los ciudadanos de que todas y cada una de las medidas de durísimo ajuste que se tomaron desde 2011 y hasta 2017 fueron imprescindibles y que no existen otras si queremos que España no vuelva a caer en el agujero que predicen los más agoreros al imaginarse el futuro gobierno del PSOE y Podemos.

Teodoro García Egea podría aprender y mucho de la historia política como número dos del partido de Maria Dolores de Cospedal, convertida, posiblemente sin quererlo, en una copia del gran Buster Keaton, y como el cómico norteamericano tuvo que hacer de maquinista del general Rajoy, quien al igual que la locomotora que sirvió de base para la película de 1927, primero es secuestrada por los unionistas ( pongamos que ahora serían Santiago Abascal e Inés Arrimadas, junto sus mas contumaces compañeros de Bruselas, Londres, Berlín y Roma ) con la excusa de llenarla de provisiones para la guerra que están librando contra los sudistas (pongamos que de la misma forma serían desde Pedro Sánchez y Pablo Iglesias a Iñigo Urkullu y Carles Puigdemont ), y todo ello bajo el sonido de las barras y estrellas de Donald Trump o de los 15 países del euro.

En aquella genialidad del cine mudo, Keaton no habla en su papel de Johnnie Gray, pero sus caras lo dicen todo. Así no puede mentir, ni en su amor por la locomotora, ni en su amor por la Annabelle que le margina por creerle un cobarde que no va a luchar al frente. Nuestro Keaton de hoy está obligado a combatir de la misma forma, desde la retaguardia mientras su general, Pablo Casado, maneja el frente de combate con su estado mayor, en el que destaca por su audacia Cayetana Alvarez de Toledo y por su terquedad el madrileño alcalde Martínez Almeida. Evitaría así que, cuando habla obligada por las bombas que caen desde las líneas del frente electoral, sus palabras salieran ya atolondradas de su boca como balas hacia el adversario, que vuelven cual boomerangs, mientras sus ojos y la expresión de su cara expresan todo lo contrario.

Por si faltaran protagonistas y argumentos a esta película en colores que rueda cada día el Partido Popular, con secundarios de lujo como pueden ser Fernando López Miras, el presidente de Murcia, y Alfonso Fernández Mañueco, el presidente de Castilla y León, siempre pueden enviarles una copia a los diputados y senadores que creen, por el bien de España, que su partido debería favorecer con su abstención la formación de un gobierno que no dependiera de los independentistas catalanes y vascos.

Hace 16 años esa fue parte de la labor de Dolores de Cospedal en su pluriempleo en la Villa y Corte, con ayuda de su propio equipo de rodaje, el que le cubría las espaldas en la Castilla que gobernó y en la que el nuevo liderazgo de ese alcalde de Zalamea convertido en presidente por la constancia de castellano viejo, que es el socialista Emiliano García Page, primero le hizo sombra y amenazó un "reinado" que creía haber conquistado para una década, para después y gracias a un buen puñado de “huidos” hacia el luego decadente Ciudadanos, tomar posesión del palacio de Fuensalida.

Los enemigos - que son lo de dentro del PP- de la secretaria general siempre estarán decididos a cerrarle el camino del futuro. No querían que Casado estuviera en la sucesión de Mariano Rajoy, y harán todo lo posible para asaltar el poder interno si desde las calderas no se consigue la primera posición en la carrera de las urnas, ya sea dentro de dos o cuatro años. Para ello - debe recordar García Egea mientras contempla a los asistentes a la presentación de las Memorias de don Mariano - se conjuraron ( siempre los mismos ) desde el Congreso de Valencia, al de Sevilla, y no pararán hasta que consigan que los dos cargos que ostenta, uno gracias al dedo de Casado, y otro merced a los votos de los españoles , se dividan y quede relegada a diputado de base con escasa incidencia en la vida nacional. Lejos sobre todo de los cenáculos de la Villa y Corte, donde todo se decide y en la que cada día se "matan" unos cuantos futuros políticos.

En esa sesión de cine verían como el maquinista Johnnie Gray, primero libera a su "secuestrada" locomotora y a su amada Annabelle, para luego, presionado por las circunstancias, acorralado por los adversarios que ven el tren lleno de provisiones a repartir, no encuentra otro remedio para evitarlo que incendiarlo y dejar que descarrile al lecho del rio. Antes destruido que en poder de los que pretenden lucrarse del suculento botín. Rajoy se despeñó entre olores de alcohol mientras el bolso de su vicepresidente ocupaba su escaño, arrastrando a las dos maquinistas que pugnaban por mantener el partido en la vía del poder.

Luego, sonrientes y agradecidos por esa visión en blanco y negro, puede el hombre que mejor arroja huesos de aceituna entrar en el coloquio, en el que a buen seguro participarán de forma entusiasta algunos barones territoriales como el el gallego Feijóo y desde luego la madrileña Ayuso, dos retratos opuestos de unas mismas siglas, para luego pasarles unas hojitas de encuesta con preguntas de si o no, para que puedan estudiarlas los nuevos oráculos que han sustituido a Arriola y hacerle llegar al general de las tropas populares sus conclusiones y consejos para que no descarrile el tren en el que están montados y del que no se sabe con exactitud cual es su destino y qué horarios tiene para alcanzalo.