El homicida del joven de Rivas: 'Pido perdón, no sé donde está el cuerpo'

El homicida del joven de Rivas: "Pido perdón, no sé donde está el cuerpo"

lunes 18 de noviembre de 2019, 12:12h
Javier Ceballos, que se enfrenta a 13 años de cárcel por un delito de homicidio y profanación del cadáver, ha alegado que "esto no tenía que haber pasado. Pero a veces las drogas te hacen actuar de una manera en la que no deberías"

Javier Ceballos, el principal acusado por el crimen de un joven de Rivas en agosto de 2016, ha aprovechado su alegato final del juicio para pedir perdón a su familia y aseverar que no sabe dónde está el cuerpo, cuyas cenizas se habrían esparcido por una finca de El Pardo.

"No hay día que me levante y no me arrepienta de lo que hice", ha alegado el acusado, quien se enfrenta a una pena de 13 años de cárcel por un delito de homicidio y profanación del cadáver. A escasos metros, la madre de la víctima y su hermano escuchaban apenados su alegato durante su derecho a la última palabra.

"Esto no tenía que haber pasado. Pero a veces las drogas te hacen actuar de una manera en la que no deberías. Tuve miedo y me defendí. Pero yo no hice lo que dicen porque no se dónde está el cuerpo", ha insistido con tono serio. Ceballos reconoció ante el tribunal que le había matado en defensa propia, pero negó haber descuartizado y quemado el cuerpo, tal y como sostiene la fiscal.

La madre del fallecido rogó a los acusados durante su comparecencia que le dieran las cenizas de su hijo para poder hacerle un funeral. Los investigadores no han hallado rastros del cuerpo. Sin embargo, sí saben donde se quemó: en un bidón de gasolina que estaba situado en una finca de El Pardo.

Tras más de dos semanas, el juicio ha quedado visto para sentencia con la entrega del veredicto al Jurado Popular, que deberá deliberar sobre si Ceballos troceó o no el cadáver y si lo hizo con la ayuda de Francisco Gomara, alias Paco El Loco.

En la pericial, los especialistas de la Guardia Civil detallaron que la geolocalización del teléfono de Gomara le situaba en la casa de Rivas donde se perpetró el homicidio. En su declaración, no negó haber estado en la casa en las fechas del crimen, pero manifestó que si lo hizo era para consumir.

REDUCCIÓN DE UNA DE LAS PENAS

En su informe, la fiscal ha mantenido las penas para tres de los acusados, mientras que ha reducido de dos años y tres meses a seis meses de cárcel a David Tena, el dueño del piso de Rivas donde se cometió el crimen. Su defensa alegó que no contó lo sucedido a la Guardia Civil por miedo insuperable, ya que el autor material le pidió que no hablara del tema.

Durante su exposición, la fiscal no dio veracidad a la versión del principal acusado, quien en su declaración esgrimió que mató a su amigo en defensa propia. Al parecer, Ceballos le habría pedido sin éxito que se fuera de su casa tras una noche de consumo. Desde la acusación particular dudan de que éste fuera el móvil que desencadenará la muerte del joven y lo relacionan con un asunto pasional.

En su informe, el abogado defensor de Ceballos pidió al tribunal que si le condena le aplique las atenuantes de drogadicción y legítima defensa, circunstancias con las que la condena quedaría sustancialmente reducida.

CRIMEN POR DROGAS

Según la Fiscalía, sobre la 01.00 horas del día 10 de agosto de 2016, Ceballos se encontraba en una vivienda de Rivas Vaciamadrid, junto a la víctima, momento en el que se originó una discusión entre ambos.

En el transcurso del mismo el acusado "haciendo uso de un instrumento cortante dio muerte" a la víctima, "derramándose toda la sangre del cuerpo por el suelo y las paredes de la vivienda, y causándose el acusado Javier Ceballos una herida cortante en la mano izquierda".

Dos horas más tarde se personó en la vivienda David Tena, quien compartía domicilio con Ceballos, pero no pudo acceder porque el otro acusado había puesto las llaves desde dentro de la casa en la cerradura.

Cuando le abrió la puerta Ceballos estaba en calzoncillos y ensangrentado, mientras que el cadáver de A.P. yacía en el suelo de la cocina "boca abajo y arropado con una manta".

Además, las paredes y el suelo de toda la vivienda estaban cubiertas de sangre, "marchándose momentos después al pedírselo Javier Ceballos, dejándolo en la vivienda mientras limpiaba la sangre y se deshacía del cadáver, no poniendo los hechos en conocimiento de la Policía".

Tras limpiar parte de la sangre de la vivienda, Ceballos llamó a Francisco Gomara-López para que acudiera a la vivienda. Una vez allí y teniendo conocimiento de lo ocurrido procedió junto al otro acusado a limpiarla sangre, "para a continuación trasladar los trozos del cadáver a la finca sita en el Camino Valdecerveras parcela 201 de las Colmenas, El Pardo (Madrid), donde tras rociarlo con gasoil lo prendieron fuego y tamizaron las cenizas, no quedando restos del cadáver".

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