La derrota ante el Atlético incendió el Bernabeu y el ánimo de Cristiano Ronaldo. Si los aficionados pidieron la dimisión de Florentino Përez, el jugador portugués se lanzó contra todo y contra todos: contra sus compañeros de vestuario, contra el cuadro mèdico, contra la presidencia y la pretemporada, y salvó a medias a Zidane.
Queda la esperanza de la Champion, imposible ya la Liga y humillado el equipo en su propio campo. Si no se consigue el titulo europeo las posibilidades de que Cristiano abandone el club son muchas. No està contento y se le nota cada vez más. El Madrid necesita pensar en el futbol y no en los negocios.
Sin Bale y sin Benzema, el delantero de Madeira es una isla a la que apenas le llegan los balones que necesita. Y la suerte no le acompañó el domingo. Tres remates y cero goles. Pudo ser al contrario pero el futbol es un principio de incertidumbre y el azar es caprichoso. No hay sustitutos, no hay recambios, o hay espïritu de equipo. Cada jugador intenta mostrar sus mèritos y se olvida del conjunto: Jesé ya ha dado de si todo lo que se podia esperar. Modric es intermitente, al igual que Kroos. Bale y Benzema están más tiempo fuera que dentro del campo. La defensa es un coladero. Y lo màs importante, no hay entrendor que aguante las visitas continuas del presidente al vestuario y su mentalidad de vendedor de camisetas y primer relacionea püblicas de su gran grupo empresarial del que se resiste a dejar el primer puesto ejecutivo.
Otra temporada a cero va a ser muy dura para Florentino Pèrez, al que con los estatutos en una mano y los millones en la otra es casi imposible quitarle la presidencia. El cansancio, los gritos en su contra, la des olarización pueden llevarle a su segundo abandono. Eso o que le estalle la mezcla de politica y economia que hsta ahora ha manejado con tanta sabiduria.
