www.cronicamadrid.com

La solución a todos los problemas es que pague el Estado

Los cambios que se pueden hacer dentro del actual sistema de economía liberal o capitalista, como quieran ustedes llamarlo, son siempre muy pequeños y además tiene que contar con el visto bueno de las grandes corporaciones, las multinacionales o las entidades financieras. Los socialdemócratas europeos y españoles son expertos en estas batallas; tu me das esto y yo cedo en esto otro. Normalmente los grandes capitalistas ponen menos pegas en las cuestiones civiles -como el aborto, el divorcio, las bodas de los homosexuales, etc- que en los problemas de igualdad y de servicios públicos, que sacan del mercado libre negocios y personas. Cristina Cifuentes acaba de firmar un convenio con las eléctricas para que la Comunidad pague los recibos de la luz de los pobres madrileños. A cambio las eléctricas se comprometen a no cortar radicalmente la luz a quien no pague. La Comunidad tendrá que valorar una por una las peticiones de familias que no pueden pagar la luz. Se adelante así Cifuentes al PSOE y a Podemos, pero como siempre las eléctricas cobrarán, que es lo que quieren, les da igual que sea el vecino o la Comunidad.

Igual ocurre con el tema de la enseñanza concertada. PSOE y Podemos, con la ayuda de Ciudadanos, han dado un recorte a las subvenciones de la Comunidad para los colegios concertados que, sin esas ayudas, tendrán que subir las cuotas -que ya cobraban ilegalmente a los padres- con lo que se avecina una posible oleada de protestas de madrileños que protestarán por el encarecimiento de la educación de sus hijos. Lo que no tengo nada claro es si echarán la culpa a los colegios privados o se lo achacarán a los partidos que han anulado las subvenciones de los presupuestos madrileños.

Los pequeños avances que se han conseguido en temas como la sanidad -paralizando la privatización de Esperanza Aguirre- o en las hipotecas, frenando los desahucios, cuestan tanto trabajo que al final la gente acaba por aceptar las soluciones más fáciles, que sea el Estado el que pague. Ha ocurrido con los enfermos de hepatitis C, o con las preferentes de Bankia. Si paga el Estado ya está todo arreglado y nos olvidamos de exigir a las multinacionales farmacéuticas que rebajen sus precios o a los ex directivos de Bankia que sean ellos los que indemnicen a los que engañaron.